SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

La SEPE-USET necesita titular

 

Es muy probable que después de no haber alcanzado, junto con Anabel Alvarado Varela, la senaduría en las elecciones federales de 2018, Florentino Domínguez Ordoñez haya perdido toda oportunidad de verdaderamente competir por la candidatura priista a la gubernatura. Sus posibilidades dependían de eso y, por supuesto, de su amigo el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, quien pese a la derrota de ambos jamás los abandonó políticamente.

Hasta hace unos meses, con los enroques realizados en su administración, el mandatario estatal lo colocó en la terna para competir por la candidatura tricolor al designarlo como titular de la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE), pero se vio limitado debido a la carencia de una estructura propia que trabajara, al igual que él lo hizo, con ahínco para crecer políticamente en todo el territorio estatal. Nunca creció.

El coronavirus no le quitó la vida –y ojalá no lo haga- como a otros políticos, pero sí le quitó las alas para volar en busca de lo que siempre ha querido: ser candidato a gobernador y despachar en Palacio de Gobierno.

Nadie puede regatearle su habilidad para acomodarse a los tiempos políticos aun estando su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), fuera del poder en Tlaxcala durante doce años. Sin embargo, eso mismo que le ha permitido seguir viviendo del erario, le ha costado imagen dentro del priismo.

Muchos lo califican como un traidor por haberse aliado con el orticismo ocupando cargos públicos en el periodo gubernamental de Héctor Ortiz Ortiz Ortiz, y después, cuando ya no le fue de utilidad pertenecer a ese grupo, se deslindó con críticas desde el Legislativo local, donde encontró a Marco Antonio Mena Rodríguez como compañero de bancada. Por eso está en el cargo que hasta el día de hoy ostenta, pero que podría dejar en los próximos días.

No son pocas las voces que aseguran que Florentino Domínguez Ordoñez dejará de ser titular de la SEPE-USET, y que al cargo llegará Roberto Lima Morales, actual director de Educación Básica.

Es muy posible. Si a Domínguez Ordoñez se le sigue considerando como aspirante tricolor –aunque sea ficticio- a la gubernatura, deberá presentar su renuncia al cargo a más tardar este sábado 12 de diciembre. La renuncia es obligada debido a que es uno de los requisitos establecidos en la convocatoria priista. Sin embargo, si acaso no presentara su renuncia por no poder hacerlo debido a sus condiciones de salud, el mismo gobernador podría tomar la decisión. Lo cierto es que esa Secretaría no puede seguir como hasta se encuentra.

Lima Morales es, en los hechos, el secretario de Educación. Sólo falta el nombramiento y la coyuntura puede favorecerle en las próximas horas. No sería una sorpresa, pues es un hombre de todas las confianzas del gobernador Marco Antonio Mena.

Fue él, como dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien cargó con la peor derrota electoral que se le recuerda al priismo en Tlaxcala, estando a punto de ni siquiera tener representación en el Congreso local, a no ser por una decisión jurisdiccional que le asignó una diputación de representación proporcional.

Esa derrota le acarreó muchas críticas, pero también experiencia, sin duda. Si su nombramiento se concreta, será el responsable de calmar a una parte del magisterio que se encuentra molesta porque no se le ha pagado lo correspondiente al Programa de Escuelas de Tiempo Completo. Las autoridades educativas, él incluido, no han sabido explicar hasta el momento los motivos, aunque ya hace algunas semanas circuló un oficio en el que se informaba que el gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador es el responsable de ello, al no radicar los recursos respectivos.

A este reto de responder al magisterio inconforme, también le corresponde otro: lidiar con un sindicato que ha sido torpe para resolver diversas demandas de su propia base. Varios grupos se han saltado ese liderazgo sindical, sobre todo en la Sección 31.

Pero no son los únicos problemas. Las diputas internas por la dirigencia de la Sección 31  abarcan también al Partido Nueva Alianza de Tlaxcala que, hasta donde se sabe, se aliará con el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la elección por la gubernatura. El problema es que, como ha sucedido en otras ocasiones, el gobernador Marco Antonio Mena no ha tomado decisiones al respecto para no tener dentro al enemigo. Y es que el Panal tiene su cuota en la Secretaría de Políticas Públicas y Participación Ciudadana, la cual está encabezada por Lenin Calva Pérez.

Hace poco el mandatario estatal determinó un relevo dentro de su gabinete, particularmente en la Secretaría de Ecología donde se encontraba un militante del Partido Verde, también aliado coyuntural de Morena. Lo hizo después de varios meses, así que no sería extraño que en el caso del Panal también tarde en tomar una decisión. ¿O acaso ha logrado fracturar a ese partido para lograr un apoyo a la alianza integrada por PRI-PAN-PRD-PS-PAC?

Lineazo: El Senado de la República determinó, la tarde-noche de este jueves, que una mujer se integre como magistrada del Tribunal Electoral de Tlaxcala. Será Claudia Salvador Ángel, hasta ayer jefa del Departamento de Recursos Humanos de ese organismo autónomo, quien ocupará una magistratura.

La Cámara de Senadores perdió la oportunidad de fortalecer al TET con la ratificación de Luis Manuel Muñoz Cuahutle, pero tuvo el acierto de elegir a alguien que conoce el trabajo interno, aunque con la desventaja de no haber estado en el área jurisdiccional. Mucho tendrá que aprender Claudia Salvador y deberá hacerlo con rapidez, pues el Tribunal cojea con la ponencia encabezada por el magistrado Miguel Nava Xochitiotzi. Esa, por cierto, fue otra oportunidad perdida por el Senado: dejar el negrito en el arroz fue lo peor que pudo haberse decidido.