SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

El eterno candidato
El pasado domingo, El pasado domingo, Andrés Manuel López Obrador visitó Tlaxcala en una más de sus giras proselitistasen una más de sus giras proselitistas, las cuales inició hace dieciséis años y, aun cuando ya es presidente desde hace tres años, no ha logrado, (o no ha querido) desprenderse del papel de candidato errante, por lo que sigue visitando las entidades, en parte para propagandear sus programas sociales-electorales, y también, para atizar el encono entre los grupos de la sociedad que lo apoyan versus los que están en su contra.
La visita dominical a los estados de Puebla y Tlaxcala, tuvo como marco, una serie de protestas que despiertan el morbo por saber, qué tanto fueron espontaneas, y qué tanto fueron armadas para darle al presidente la oportunidad de desplegar su diatriba y mantener a sus seguidores en pie de guerra contra todo lo que se mueva en contra, en un país, en el que la libertad de pensamiento es penada con el linchamiento mediático, patrocinado con recursos del públicos (mañaneras, quién es quién en las mentiras y giras), contra todo aquel que ose ver diferente las cosas a como él las mira.
Para fines prácticos, la vista a Tlaxcala poco o nada les deja a los tlaxcaltecas, ya que no hubo algún anuncio particular o significativo encaminado a mejorar los muchos males que aquejan a nuestra sociedad, más bien, fue para darle un espaldarazo a la gobernadora, y acusar de viva voz a su antecesor por sus malos manejos financieros, y con ello, dar pauta para ir acallando los rumores esparcidos por el círculo cercano a Mena Rodríguez, acerca de que sería invitado al gabinete. Ahora, todos esperan ver si Lorena denunciará a Mena por los causes legales, o si solo lo usará como elemento discursivo durante todo su sexenio, tal y como López Obrador lo hace con sus antecesores.
El activismo político de Andrés Manuel (que seguramente imitará Lorena), es realizado lejos de su partido, y refleja el desinterés que ambos sienten por la base que les sirvió como plataforma electoral, la cual, para fines del ejercicio de gobierno les resulta una piedra en el zapato. En el gabinete del presidente, y en el de Lorena no hay connotados militantes de MORENA (bueno en Tlaxcala tampoco hay muchos de esos). En el caso local es claro que gobierna Lorena y no MORENA, en su descargo puede decirse que con Sánchez Anaya tampoco gobernó el PRD, ni con Héctor Ortiz el PAN. El desinterés de Cuéllar por “su partido” es tal, que hace mucho que no hay un dirigente formal, el comité estatal del partido guinda ha sido encabezado por interinos, o por colectivos, ante la dificultad que hay para consensuar a una persona para ocupar la presidencia, situación que, sin duda, le es más cómoda a ella que tener que lidiar con un presidente de partido que no fuese de su equipo.
No es difícil prever, que Lorena, a semejanza de López Obrador, será una candidata eterna durante su gobierno, y que al igual que él, dedicará más tiempo a preparar la elección que sigue, que al ejercicio sustantivo del gobierno. Andrés Manuel ha destapado a quienes tienen derecho a aspirar a sucederlo, y con ello ha silenciado a cualquier otro aspirante. Si bien ha manejado diversos nombres como Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y hasta Juan Ramón de la Fuente, también ha mostrado su desdén hacia Ricardo Monreal, empujándolo a tratar de moverse por su cuenta, mientras él pasea cada puede a Sheinbaum para dejarle en claro a sus seguidores por dónde está su voluntad, aunque conserva a Ebrard como as bajo la manga, por si la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México no logra dar el “peso” a la hora de la decisión final. Los demás nombres solo son ornamentales en el juego de la sucesión, y a Ricardo quizá lo veamos competir por la presidencia, pero por otras siglas partidistas.
Lorena, sin duda también tiene su lista de potenciales sucesores, ya algunos columnistas juegan a la sucesión e incluyen nombres de presuntos “gallos” del lorenismo, primero para la elección de 2024, a donde se verá realmente quiénes están en la lista de ella, y quienes solo en la de los columnistas.
Si bien, en 2024 en Tlaxcala de elegirán senadores, diputados federales y locales y ayuntamientos, los cargos significativos rumbo a la sucesión de 2027 son las senadurías, las diputaciones federales, una que otra local y un par de ayuntamientos, los demás son división menor en el juego sucesorio. Lorena tendrá mano en las candidaturas locales y municipales, y en parte de las federales, ya que en estas también pesarán: la voluntad de quién encabece la candidatura presidencial de MORENA, los intereses de la dirigencia nacional del partido, y el chantaje de los aliados que se sumen a los guindas a cambio de espacios electorales privilegiados. La lista de probables candidatos lorenistas parece estar expuesta ya, así como la de los aspirantes de MORENA que no son de su equipo.
A diferencia de los destapados por López Obrador, quienes tiene una carrera pública consolidada, los integrantes de la baraja de Lorena, o son bisoños, o de mediano pelo para abajo, al igual, que los hasta ahora cuatro visibles aspirantes no lorenistas que posiblemente pujen por las candidaturas federales de MORENA, incluyendo a las eventuales propuestas que hagan sus aliados para esos fines. En el caso de las candidaturas locales y municipales, sin duda ella decidirá todas, pudiendo conceder algunas a aspirantes no lorenistas, a cambio de que desistan en sus pretensiones federales. Ella, quizá pueda disponer de dos de las tres diputaciones federales de mayoría relativa, y eventualmente, de una de la lista de representación proporcional, así como de una de las dos fórmulas al Senado, la segunda, ya que en la primera tendrá mano quien sea el abanderado presidencial morenista, la cual muy probablemente sea para una mujer. Curioso resulta el hecho, de que hasta ahora todos los nombres que se mencionan en el bando lorenista para el 2024 son hombres.
Lorena podrá acomodar a cuatro o cinco de sus candidatos en los espacios federales (considerando que le concedan un espacio entre los plurinominales), pero, tendrá que tolerar a un par de candidatos en dichos espacios que no son de su grupo, por lo que es posible ver en ellos a una candidata al senado y, otra u otro, a una diputación federal por MORENA. Los apellidos de los cuatro o cinco lorenistas probablemente sean: Meneses Hernández, González Hernández, Terán Águila y, hasta Martínez Velázquez, e incluso Sánchez García (acomódelos por ahora como guste). De los aspirantes fuera de su grupo: Rivera Rivera, Silva Hernández, Covarrubias Cervantes y Corichi Fragoso (también acomódelos por ahora como guste). Todos ellos, darán pie, para que, al igual que Andrés Manuel, Lorena también sea durante su gobierno, una eterna candidata promoviendo a su sucesor. Ojalá que, en una próxima visita a Tlaxcala, López Obrador venga a algo más significativo que solo a la diatriba política.