SOCIOLOGANTE Por La Dra. Elsa Martínez Flores

Carreras universitarias y la tecnología
Disciplinas académicas relacionadas con tecnologías emergentes como IA, robótica o ciencia de datos son hoy las más valoradas. En cambio, áreas como las ciencias sociales, salud o economía enfrentan un sistema que premia más la innovación digital.
Un ingeniero en Inteligencia Artificial puede recibir un salario superior al de una persona que cursó otro programa académico, sin importar el contexto o la experiencia profesional acumulada.
Aunque han surgido nuevas especializaciones, como los community managers y estrategas de redes, que ganan terreno; sus ingresos aún no igualan a los de una ingeniería, sin embargo, abren oportunidades laborales para quienes dominan los entornos digitales.
A pesar de que muchas profesiones veían el uso de la tecnología como algo lejano para su área, integrarla con pensamiento computacional permitiría nuevas formas para renovar y resolver problemas en torno a su área de estudio.
El reto no es convertir a todos los profesionistas en programadores, ni basta con sumar asignaturas enfocadas en herramientas digitales; se trata de construir puentes reales entre distintos saberes e impulsar la innovación a partir de un mejor entendimiento de la tecnología.
Esto funciona mejor si las asignaturas son divertidas y accesibles, incluso para quienes no disfrutan las matemáticas, y de esta manera, promover la alfabetización digital. Reformar el tronco común universitario sería un primer paso clave.
Comprender de qué manera funciona un algoritmo, qué decisiones automatiza y qué sesgos puede replicar ya representa un gran avance, sin que en las opciones educativas universitarias exijan profundizar en programación.
Tal y como lo advierte Manuel Castells: en la sociedad red el conocimiento que no se adapta a la lógica digital corre el riesgo de volverse irrelevante. Por eso, no se trata de competir con la tecnología, sino de entenderla, integrarla y usarla para fortalecer y transformar todos los campos de estudio.