DE CONYUNTURA Por GERARDO SANTILLÁN - Linea de Contraste

DE CONYUNTURA Por GERARDO SANTILLÁN

¿Barbas a remojar?

Al venirse abajo la “verdad histórica” de los 43 normalistas de Ayotzinapa y que la Fiscalía General de la República reabrió el caso para conocer lo que pasó realmente en septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero; Tlaxcala sale a relucir una vez más en el escenario nacional simple y sencillamente porque José Aarón Pérez Carro, actual Secretario de Gobierno, participó en parte del proceso fraudulento que encabezó en su momento el titular de la entonces PGR, Jesús Murillo Karam, así como el extitular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, hoy prófugo de la justicia.

Pérez Carro fue por un tiempo fiscal de la Unidad Especial del caso Ayotzinapa y fue responsable de diligencias que, hoy se sabe, no llegaron a nada y además en todo ese entramado seguramente recibió órdenes superiores para actuar en contra de la verdad.

Mientras tanto, el subsecretario de derechos humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, declaró la víspera en reunión con los padres de los desaparecidos, que al identificarse los restos de quien fuera estudiante, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, en un paraje a 800 metros del basurero de Cocula, inicia una nueva ruta en la investigación con condiciones para el esclarecimiento de los hechos.

Eso representa volver a revisar todo el caso en todo su curso, incluyendo funcionarios o exfuncionarios que participaron y no de la mejor manera en la investigación, por lo que el nombre de Pérez Carro y de Tlaxcala vuelve a estar en esa palestra, en caso de que sea llamado a comparecer e incluso enfrentar a la justicia como implicado.

Según la FGR, hubo diferentes delitos en ese caso que no fueron investigados debidamente y por ende tampoco judicializados, por lo que se podrían solicitar y emitir órdenes de aprehensión contra más de 40 servidores públicos que en su momento laboraron en municipios de Guerrero, como también de la extinta PGR que no actuaron con diligencia.

Ya veremos qué curso toman las nuevas investigaciones y hasta donde el largo brazo de la justicia –  se supone ya libre de corrupción – llega; sin embargo, es de reconocer que el Gobernador Marco Mena ha logrado colocarse en el ánimo presidencial y entonces, con esa influencia, tal vez pudiera ayudar a su hoy Secretario de Gobierno a sortear esa situación que parece difícil.

Total, parece que la plaza de Tlaxcala está entregada a los designios de López Obrador a cambio de vaya a saber usted qué, pero sí de algún tipo de manto protector del que no solo gozaría el Jefe del Ejecutivo local cuando termine su mandato, sino que podría cubrir a otros funcionarios de alto nivel.

Ya veremos…

@santillanazo