SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Los saldos del domingo 5 de junio

Al partido de López Obrador, el domingo anterior (5 de junio de 2022), le salieron los pronósticos tal cómo la mayoría de las casas encuestadoras lo previó; de seis gubernaturas se llevó cuatro, con lo que suma, junto con sus partidos satélites (PVEM, PT, y hasta el extinto PES) 22 gobiernos estatales, dejándole solo nueve gubernaturas repartidas entre PAN (5), PRI (3) y MC (2). Por lo que pese a sus interminables descalificaciones en contra del INE, este continúa siendo la “correa de trasmisión” para que avance en la acumulación de espacios de poder.

Como señalamos en la entrega anterior, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), vive la época de mayor angustia de sus 93 años de historia, jamás había tenido tan pocos gobernadores, solo le quedan el Estado de México que se juega en 2023, Coahuila que será en 2024, y el recién ganado Durango, que eventualmente tendrá hasta 2028, en el supuesto de que después de 2024 siga existiendo el partido tricolor.

El Partido Acción Nacional, si bien retuvo Aguascalientes entregó Tamaulipas y Quintana Roo, sin embargo, para el PAN el panorama es menos dramático que para el PRI, ya que sus posibilidades de supervivencia son mayores en razón de que representan a un sector específico de la sociedad, a diferencia del PRI y el PRD que ya no representan más a que sus élites en turno. El PAN, sin duda prevalecerá durante un buen rato, aunque sin posibilidad de mayor crecimiento, parte por la carencia de figuras importantes y parte porque su ideario corresponde al siglo XIX, y El PRD, continúa agonizando lentamente.

Los dirigentes de los tres partidos del “Va por México” tendrán distintos porvenires, al Alito le vendrán semanas difíciles tratando de sortear la embestida que se le vendrá encima al interior de su partido, su permanencia en la presidencia del comité nacional tricolor ya es tan ociosa como peligrosa para la supervivencia del PRI. Marko Cortés podrá seguir su tarea como administrador de la dirigencia nacional de su partido, el cual se haya sumido en una profunda mediocridad, reflejo fiel de su dirigente, quizás el más gris de su historia. Al Chucho Zambrano solo le queda seguir sacando provecho de las últimas prerrogativas que recibirán de aquí al 2024, tal y como su “banda” ha hecho desde que secuestro a este partido, una vez esperanza de la izquierda en México, hoy convertido en una grotesca representación de lo que queda de esa ala ideológica en México.

En Tlaxcala, los priístas, una vez pasado el trago amargo para su dirigencia nacional deberán ocuparse de nombrar a un dirigente estatal, quizás el último de su historia, en la lucha por ello hay dos bloques disputándose el cascajo que queda de este partido en la entidad, los “Marianistas” versus los “Beatricistas” buscan aferrase a la posesión de un espacio que solo servirá para designar a sus candidatos del 2024, de los cuales la inmensa mayoría serán perdedores ante la aplanadora “Lopez-Obradorista”. Difícil será encontrar a la persona que logre conciliar a ambos bandos, por lo que lo más probable es que se resuelva mediante el “agandalle” de un grupo sobre el otro, lo que impulsará a este a salir del PRI en busca de mejores plataformas para competir.

En cambio, para la Gobernadora Cuéllar la dificultad será encontrar el equilibrio en el reparto de candidaturas, entre sus cercanos, casi todos con pasado priísta o perredista; los “morenos auténticos” que le resultan poco o nada gratos, y los “foráneos” que le trataran de imponer desde el centro de poder “López-Obradorista”. Historias que se repiten, con distintos actores, pero con tramas y dramas iguales a los del auge del priísmo, al cabo casi todos los que gobiernan políticamente nacieron allá.