SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
“El Ricardito” y el Encinas
Hace una semana el Senador Ricardo Monreal Ávila, líder de “Chocolate” de los senadores morenos, visitó Tlaxcala, su presencia despertó poca atracción, su acto apenas reunió a un puñado de personas, y su ánimo ya se nota bajo de pilas; su patética insistencia por mantenerse como una de las corcholatas de Don Andrés, cuando es claro que, nunca lo fue, no lo es, ni lo será, mueve a la conmiseración, y a preguntarse ¿por qué no se atrevió a romper con López Obrador en el momento que más reflectores tenía, y pudo convertirse en el líder de la oposición nacional? Hoy carece de impacto mediático, da bandazos cada que habla, perdió toda credibilidad, y regreso a agachar la cabeza ante el “Tlatoani” guinda, esperando ser tomado en cuenta en algún “huesito” en el próximo gobierno presidencial de Sheinbaum o Don Adán; quizás el Ricardito debería tomarse unas cucharadas de dignidad y retirarse con honor, del equipo de alguien que solo le utilizó y jamás consideró un proyecto serio para él.
Otro que se haya en condición parecida es Alejandro Encinas Rodríguez, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, sobre quien se supo, fue, y quizás siga siendo, espiado por las estructuras del gobierno López-Obradorista, a lo que Don Andrés comentó que le había dicho no te preocupes; total su jefe es quien lo espía, como sin duda hará con todo su gabinete; Don Alejandro fue vilmente utilizado por Don Andrés para su farsa frente a los familiares de los 43 desparecidos de la normal de Ayotzinapa, a quienes ofreció aclarar los hechos; Encinas se empeñó en serio en la encomienda, sin imaginar que chocaría con estructuras intocables, quienes al ser señaladas en su informe sobre los hechos, presionaron al presidente para que lo despidiera, cosa que no hizo para no verse tan obvio en que todo era simulación, pero si le dio “muerte política” a Don Alejandro, quien desde entonces solo es una figura ornamental en el gobierno López-Obradorista; en este caso también vale la pena preguntarse ¿porqué Encinas no se toma también unas cucharadas de dignidad y se aleja de quien solo se burló de su historia personal y su buen nombre, para construir una más de sus mentiras? ¿será que espera un premio electoral de consolación en 2024? Eso sería una mayor decepción para todos aquellos que conocieron y respetaron al Encinas de antes.