SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Lorena y su circunstancia frente al presupuesto de egresos 2022

El día de ayer, lunes 15 de noviembre, el Ejecutivo estatal en cumplimiento a lo dispuesto por la fracción VIII del artículo 70 de la Constitución del Estado remitió al Legislativo la iniciativa que contiene los proyectos de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos que habrán de regir en el año dos mil veintidós. El ejercicio constitucional, es un trámite jurídico que año con año se cumple puntualmente, en él, quien ocupa la titularidad de la gubernatura del Estado plasma en números que amparan dinero, su proyecto político-económico, mediante el cual pretende impulsar el desarrollo de la entidad. Esta primera parte del entramado presupuestal tiene su continuación en lo dispuesto por la fracción XII del artículo 54 de la Constitución local, en la que se faculta al Congreso del Estado para decretar el Presupuesto de Egresos del Estado, previa discusión para su aprobación o modificación.

Dos cuestiones torales rondaran sobre la discusión que hagan los diputados respecto al presupuesto de egresos, ambas con más ingredientes políticos que económicos. La primera de ellas deberá ser llevada adelante por la mayoría de diputados afines a la Gobernadora Cuéllar, esta tiene que ver con los ajustes (tijera) que se le metió a las solicitudes presupuestales de algunos organismos con la finalidad de asignar esos recursos a programas sociales (electorales), en respuesta a la indicación que semanas atrás hiciera el Presidente López Obrador, respecto a que los gobernadores morenistas se hagan cargo de parte de sus programas, sobre esos recortes, es probable que los diputados opositores intenten alguna defensa, pero, es previsible que sean arrollados a la hora de votar por el bando Lorenista, después de todo se trata de una instrucción del máximo jefe político del morenísimo, que tiene como finalidad apuntalar su muy anticipada y cínica campaña electoral rumbo al 2024, y previamente, la consulta sobre revocación de mandato, que él propio presidente se promueve, con la velada intensión de utilizarla como instrumento de ratificación, aún y cuando los objetivos jurídicos de la misma no sean esos.

El segundo asunto que ronda sobre el presupuesto, contrario a la convergencia entre lorenístas que el primero debe convocar, constituye una amenaza a dicha unión, ya que, se trata del polémico “fondo moches”, sobre el cual hay una fuerte división de opiniones entre legisladores de las bancadas de MORENA y aliados, y aquí, sí puede arder el Congreso.

La iniciativa remitida por el Ejecutivo no incluye al citado fondo, lo que de entrada ya abre la batalla interna entre los diputados para ratificar esa exclusión o para modificar la iniciativa para restituir los “moches”. El tema es bastante serio para la Gobernadora, ya que en ello puede gestarse una fractura entre ella y buena parte de sus congresistas locales, algunos de los cuales incluso ya han empezado a reunirse con autoridades municipales de sus demarcaciones para explicarles cómo es que van a distribuirse los “moches”.

El mentado “fondo moches”, fue una idea concebida en la LXII legislatura por su entonces “dueño político” Mariano González Aguirre, quien siempre hábil para todo aquello que tenga que ver con “disponer del erario”, encontró la manera de crear dentro del presupuesto de egresos del Estado, una bolsa de dinero para que los diputados pudieran financiar sus futuras campañas electorales, tanto en la búsqueda de su reelección o de las presidencias municipales, y en el caso de él, lo que fue su fallida campaña por una diputación federal.

El fondo en sí mismo es una aberración jurídica, ya que, con el dinero asignado los legisladores simplemente usurpan atribuciones del Ejecutivo, lo cual no pudo ser evitado por el entonces Gobernador Mena, parte por que prefirió no pelear más con los Marianos, y posteriormente, porque la mayoría de MORENA en la segunda legislatura de su periodo gubernamental simplemente vio como “a todo dar” el fondo heredado por “Marianito” y decidieron sostenerlo.

Políticamente, el referido fondo también es una doble afrenta para la Gobernadora Cuéllar, primero, porque nace de uno de sus más aborrecidos adversarios políticos, el Marianismo, y dos, porque contraviene el presunto espíritu del Obradorismo, ya que fomenta la opacidad en el manejo de recursos públicos. Por ello, no es sorpresa que haya decidido eliminarlo de su iniciativa presupuestal, sabedora de la batalla que abrirá con ello frente a parte de sus legisladores.

Otra complicación más tiene la Gobernadora Cuéllar en el trance de la aprobación de su presupuesto para el 2022, esta, radica en quién tiene la tarea de encabezar las negociaciones políticas para lograr los votos necesarios en el Congreso para dar fin al fondo “moches”. De primera línea ello corresponde a su obtuso Secretario de Gobierno, quien en su carrera política jamás se ha significado por sus dotes de negociador, ya que solo ha jugado el papel de una “disciplinada correa de trasmisión de instrucciones”, por lo que el riesgo en la negociación es alto, y requerirá que la Gobernadora incorpore a otros negociadores más hábiles para que esta llegue a buen puerto.

Si los diputados confirman la eliminación del fondo “moches” Lorena Cuéllar le habrá asestado un golpe certero al Marianismo y sus aspiraciones de retomar el Ejecutivo local en 2027, pero, si lo restituyen en el presupuesto, la Gobernadora habrá perdido una batalla definitoria para el futuro de su gobierno.