SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
Don Andrés y MORENA una misma personalidad
El partido MORENA, sin duda alguna, es el alter ego institucional de Don Andrés; lo que cree, piensa, dice y actúa se refleja con exactitud en cómo este partido lleva adelante sus procesos organizacionales. MORENA funciona como un ente que, siendo colectivo, actúa como un individuo que posee todo lo que un organismo humanoide necesita, menos capacidad de entendimiento, ya que solo fue provisto de obediencia.
Don Andrés es intolerante contra toda persona que piensa diferente a él, y no duda en mostrar su antipatía, así como en utilizar los recursos públicos a su disposición para descalificar, insultar e incitar a su linchamiento mediático. MORENA, colectivamente es intolerante contra todos los partidos que no son sus aliados incondicionales, a los que descalifica, insulta y mediáticamente lincha autodefiniéndose como diferente a ellos.
Don Andrés es profundamente antidemocrático, aunque en su discurso trata de justificarse como la única persona democrática, aunque en los hechos hace todo lo posible por suprimir todas aquellas instituciones que le estorben para instaurar su dictadura hereditaria como la que el PRI sostuvo durante décadas. MORENA en su breve historia ha mostrado su canibalismo interno tanto para definir sus candidaturas como para designar a sus cuadros dirigentes, a donde las prácticas incluyen todo aquello que heredó del PRI y PRD, las cuales nada tienen que ver con la democracia.
Don Andrés es el más preclaro exponente del sofismo del siglo veintiuno, ha logrado, con base en una narrativa populista e histriónica hacer creer a mucha gente todo lo que les cuenta, aunque mucho de ello no sea verdad, o haya sido producto de una ocurrencia instantánea, que bien puede rebotar entre la izquierda y la derecha ya que carece por completo de una ideología definida. MORENA, al carecer de ideología, solo repite, cual papagayo adiestrado, lo que ese día o el anterior discursó su querido líder, lo que le hace solo una caja de resonancia sin directriz propia.
La elección de los consejeros nacionales de MORENA, celebrada el fin de semana pasado a lo largo y ancho del país, con todas las triquiñuelas y tranzas exhibidas, dejó en claro el real pensamiento y actuar político del “López-Obradorismo”; y si a alguien le quedaban dudas sobre los genes tricolores y amarillos que el morenismo porta, con esta elección no solo los han confirmado, sino que mostraron que superan a sus ancestros priístas y perredistas en eso de hacer “chingaderas” con tal de concentrar el poder y excluir a los que no se alinean, como es el caso, del cada día más indigno Ricardo Monreal, a quien si algo le han dejado claro Don Andrés y MORENA es que él no está en el club de los “corcholatos”, y más le vale callar o irse a otro partido pero ya.
Si algo hay que reconocerles a Don Andrés y a MORENA respecto a su elección interna del pasado fin de semana es que no defraudaron sobre lo que de ellos se esperaba, y por el contrario, con creces mostraron su espíritu autoritario, antidemocrático, excluyente y tiránico, que es una probadita de lo que están preparando para la elección constitucional del 2024.