SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Doña Bety y sus dos borreguitos

En días pasados (4 de agosto) circuló un artículo de opinión de la periodista Martha Anaya, en que refirió una plática que la Senadora Beatriz Paredes Rangel sostuvo con  “El Heraldo de México” (https://heraldodemexico.com.mx/opinion/2022/8/4/beatriz-paredes-se-apunta-para-la-presidencia-de-la-republica-427740.html), en la que entre otras cosas expresó: “¡Sí! Tengo emoción y pasión para serlo…”, resume Beatriz Paredes a la posibilidad de ser candidata presidencial dentro de la Alianza (constituida ahora por PRI-PAN-PRD y a la que probablemente se sume MC, llegado el momento)”.

No es el primer intento que Doña Bety hace en los últimos meses por llamar la atención sobre su aspiración, a inicios del año sus allegados difundieron una presunta encuesta en la aparece como la mejor posicionada en el PRI rumbo al 2024, sin embargo, pasó casi desapercibido este primer “borrego” que los “Paredistas” soltaron en busca que algunos lo siguieran; en la plática con El Heraldo, la Senadora Paredes soltó su segundo borrego, y dejó ver su cercanía con otras fuerzas políticas: “Con el PRD tengo una vieja amistad. Soy progresista, más de centro izquierda que otros militantes de mi partido”. Quién sabe si hoy ser cercano al PRD sea utilidad o perjuicio, por el triste papel que ha jugado desde que los llamados “Chuchos” tomaron su control; sobre su presunción de ser de izquierda, lo ha sido en el discurso, en los hechos es absolutamente pragmática.

En el tema de la eventual suma de Movimiento Ciudadano (MC), esto aparece como un argumento sin sustento, ya que el franquiciatario del MC tiene sus ojos puestos entre Luis Donaldo Colosio Riojas, quien no parece estar listo aún para una contienda de ese tamaño, y Marcelo Ebrard Casaubón, de quien espera le sea negada la candidatura en MORENA para intentar pintarlo de naranja, por lo que Doña Bety no estaría en las prioridades del inefable Dante Delgado Ranauro.

En cuanto al partido de doña Bety, ella tampoco parece estar en el radar de quienes en el presente controlan al PRI; y para los panistas, significa la antítesis discursiva de aquello en lo creen.

A Doña Bety no pueden negársele sus cualidades de oradora, concertadora, y la habilidad para traspasar, junto con su partido, del nacionalismo revolucionario, al liberalismo social de Carlos Salinas, y después, a diligente oposición frente al PAN y MORENA; hace doce años habría sido el momento preciso para que fuera la candidata tricolor, pero el posicionamiento mediático de Peña Nieto hizo que fuera enviada a contender, y perder de nuevo, en la elección por la jefatura de gobierno de la capital de la república.

Doña Bety está a unos días de cumplir 69 años de edad (18 de agosto de 1953), de ser candidata, enfrentaría la campaña con 70, y su eventual presidencia entre los 71 y 77 años; en el México posrevolucionario nunca ha habido una persona septuagenaria como presidente.

Nadie puede negarle a la Senadora Paredes su deseo de aspirar (sería interesante verla en el debate despedazar con su oratoria a una parca Claudia Sheinbaum), lamentablemente el tiempo se le vino encima, y su aspiración en este momento, es más un sueño guajiro que una posibilidad real, de cara a un electorado mayormente joven, al que poco o nada les dice el nombre de Beatriz Paredes Rangel cuya clientela política tiene de 60 años para arriba.