SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

AMLO pide renuncias, ¿todos lo harán?

El presidente Andrés Manuel López Obrador exigió a los integrantes de su gabinete que aspiran a un cargo de elección popular con motivo de las elecciones de 2021, renunciar a más tardar en el mes de octubre.

Lo dijo así: “Todos los que tienen aspiraciones para participar como candidatos en las elecciones del año próximo tienen que abandonar el gobierno lo más pronto posible. Ya tienen que empezar a cambiar de trabajo, voy a decidirlo ya, pero muy pronto se tienen que ir los que aspiran a ocupar un cargo, porque no se puede mezclar lo partidista con el gobierno. Decirles de una vez que, a más tardar en octubre, a finales de octubre”.

Viendo de esa forma el llamado, en el caso de Tlaxcala toda la atención se concentró en la delegada federal Lorena Cuéllar Cisneros, algo natural si se considera que es ella quien ocupa un cargo de importancia debido a los programas sociales que maneja y porque encabeza las preferencias electorales en los estudios demoscópicos para llegar a la gubernatura.

Sin embargo, si nos atenemos a que López Obrador será el fiel de la balanza en la definición de candidaturas, el llamado debió ser escuchado también por las dirigencias nacional y estatales del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con el objetivo de que exhorten a los aspirantes, entre ellos muchos representantes de elección popular federales y locales, para que hagan lo mismo y soliciten licencia a sus cargos.

Debería ser así porque, además, el presidente pidió a los gobernadores que hicieran lo mismo que él hace en el gabinete federal: que los aspirantes a un cargo de elección popular que se encuentren dentro de los gabinetes estatales, presenten su renuncia también en octubre.

Todos coludos o todos rabones.

El problema es que su exhorto puede ser como un llamado a misa y ser desoído, a excepción, por supuesto, de quienes se encuentran dentro de la administración federal, como es el caso de Lorena Cuéllar, pues de hacerlo estaría automáticamente fuera de la contienda por la gubernatura.

Eso mismo hace que la aún funcionaria federal se encuentre en desventaja ante el resto de aspirantes dentro de su partido, que son el senador Joel Molina Ramírez, la senadora Ana Lilia Rivera y la empresaria Dulce Silva Hernández.

Ya veremos qué deciden quienes ocupan las dos senadurías morenas, pero si por imparcialidad interna para elegir candidaturas se trata, ambos deberían solicitar licencia al cargo, con el argumento de que la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos establece, en su artículo 108, que son servidores públicos los representantes de elección popular, los miembros del Poder Judicial de la Federación, los funcionarios y empleados y, en general, a toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en el Congreso de la Unión o en la administración pública federal, así como a los servidores públicos de los organismos autónomos.

Resulta, sin embargo, que Joel Molina y Ana Lilia Rivera forman parte de un poder independiente al del Ejecutivo. Y, además, la Constitución Política local precisa los tiempos de separación de los funcionarios públicos en el caso de la gubernatura, que son de 90 días antes de la jornada electoral para el caso de los servidores públicos de la Federación, del Estado o de los municipios con funciones de dirección y atribuciones de mando.

La opción que le quedaría a Lorena Cuéllar es regresar a la Cámara de Diputados, de donde solicitó licencia, de otro modo quedaría en franca desventaja ante sus competidores internos, a no ser que sea en el mismo mes de octubre cuando Morena defina candidaturas a través de encuestas. Si esto último fuera cierto, en los próximos días veremos muy activa a la funcionaria federal por todo territorio estatal entregando apoyos federales a miles de beneficiarios. Y así se le verá, aunque los estudios demoscópicos no fuesen el método de selección.

Por lo demás, tratándose del llamado de López Obrador a los gobernadores para que repliquen su instrucción en sus respectivas administraciones, es improbable que Marco Antonio Mena lo haga. Más aún porque las encuestas ubican al tricolor muy por debajo de las preferencias con respecto de Morena.

Lineazo: Los tiempos de renuncias establecidos por el presidente de la República para sus funcionarios del gabinete, no sólo obedecen para el caso de la gubernatura, sino también para las diputaciones federales y locales. Sin embargo, en el caso de Tlaxcala será dificilísimo que los diputados y diputadas locales hagan caso a quien les llevó al triunfo en 2018, siendo que ya definieron sus propios tiempos: 30 días antes de la jornada electoral.

Y en el caso de la alcaldía capitalina, si Lorena Cuéllar decidiera regresar a su curul federal, ¿qué es lo que hará Claudia Pérez Rodríguez? La diputación federal ha sido para ella un excelente trampolín que ha aprovechado para posicionarse como una seria aspirante a la presidencia municipal de Tlaxcala.

Ahora bien, imagínese que ambas estuvieran fuera de la Cámara de Diputados en plena discusión del presupuesto de egresos federal y de la discusión que se avecina en varios temas que al Ejecutivo mismo le interesa aprobar. Inviable tal escenario.