SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Lorena Cuéllar, cambios
Algo en la campaña de la candidata a la gubernatura, Lorena Cuéllar Cisneros, no está funcionando. Reconocimiento de ello es que su coordinador de campaña, Sergio González Hernández, fue sustituido hace una semana por Homero Meneses Hernández, quien se integró a ese mismo cargo después de dejar la coordinación del programa de becas Benito Juárez en la delegación estatal de la Secretaría del Bienestar.
González Hernández, ex dirigente panista en Tlaxcala y ex funcionario estatal durante la administración de Héctor Ortiz Ortiz, es altamente considerado por la candidata al gobierno del estado, pero electoralmente ha dado malos resultados.
En los comicios locales de 2016, por ejemplo, no ofreció resultados electorales positivos. Originario del municipio de San Damián Texóloc, el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no pudo ganar en ese municipio y en el distrito electoral al cual pertenece.
El ahora petista Miguel Ángel Covarrubias Cervantes le ha ganado de todas, todas. El diputado local con licencia, siendo postulado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el distrito 14, fue el único que pudo vencer a la máquina morenista que arrasó en los restantes 14 distritos electorales. Y el municipio también lo perdió Morena con el mismo partido del sol azteca, que en ese momento postuló como su abanderada a Maribel Cervantes, madre del mismo Miguel Ángel Covarrubias.
Así que buen operador político para ganar elecciones Sergio González Hernández no es. Ya veremos qué resultados le entrega a Morena en comicios del 6 de junio, pero por lo pronto ya no tiene la responsabilidad de la coordinación de la campaña de Lorena Cuéllar. Le sustituyó en esa posición Homero Meneses, que al igual que Sergio González deja su responsabilidad como funcionario público de la Secretaría del Bienestar.
Lo anterior es el mejor ejemplo de que esa delegación se convirtió en un refugio de lorenistas preparados para, en cualquier momento, respaldar la campaña de su mentora, con lo cual el discurso de que esa dependencia no sería utilizada con fines partidistas y electorales queda totalmente fuera de lugar.
Por lo pronto, Homero Meneses llega a la coordinación de la campaña, pero lo hace con una brutal equivocación: solicitando al Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) la realización de dos debates más a los que la ley electoral obliga, que son dos. ¿Cuál es la necesidad de tal solicitud, presumiendo que Lorena Cúellar está a la cabeza de las encuestas electorales, de cara a la jornada del 6 de junio?
Esa solicitud evidencia una crisis porque no tiene más traducción que la pérdida de puntos porcentuales en las preferencias electorales. No estancamiento, sino una pérdida de preferencias que se van, en su mayoría, a favor de Anabell Ávalos Zempoalteca.
Así que mucho tendrá que trabajar Homero Meneses en la responsabilidad que ahora se le encomienda. No tiene margen de error ni espacio para el aprendizaje. Hacerlo a estas alturas significaría una nueva derrota para quien ha confiado en él. Ya veremos qué resultados entrega