SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

¿Día de campo el 6 de junio?

 

Un mal humor ha aquejumbrado al presidente Andrés Manuel López Obrador en los últimos días. Pareciera que los resultados de las encuestas electorales no le satisfacen porque, como él acostumbra a decir, tiene otros datos. En concordancia con su mal humor, no sólo minimiza el trabajo del Instituto Nacional Electoral (INE), sino que lo critica y pretende a toda costa quitarle credibilidad.

Lo malo de ello es que su discurso contra las instituciones electorales -pues es claro que también sus baterías están enfocadas al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)- han tomado resonancia en las entidades federativas. Es el caso de Tlaxcala.

La candidata a la gubernatura por la coalición “Juntos Haremos Historia”, Lorena Cuéllar Cisneros, también dice desconfiar del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE). No expresa ningún argumento de verdadero peso para explicar su desconfianza, sino apenas un “porque son los mismos” de las elecciones pasadas.

Uno supone que la abanderada se refiere a los consejeros y consejeras electorales, incluida su presidenta Elízabeth Piedras Martínez. Pero se equivoca al hablar de esa manera porque no fueron ellos ni ellas las culpables de su derrota en 2016, sino sus propios errores. Y si sigue cometiendo despropósitos similares, puede encontrarse con una sorpresa el seis de junio.

De cara a la jornada electoral del domingo, una mayoría de estudios demoscópicos le da una ventaja sobre su principal oponente, la candidata de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, Anabell Ávalos Zempoalteca. Algunas de ellas de más de un dígito. Sin embargo, debiera recordar que en varias elecciones han sucedido sorpresas porque no es lo mismo responder preguntas de encuestadores que ir a votar el día de la elección.

Si ahora mismo la percepción de triunfo favorece a Cuéllar Cisneros, ella y su equipo pueden caer en un craso error: la confianza. Y la confianza puede matarla con un resultado adverso si sus seguidores no acuden a votar.

En contra parte, su opositora desde el inicio de la campaña ha sumado a organizaciones y a actores de distintos colores a su campaña, y en la última semana se le vio acompañada de la ex gobernadora Beatriz Paredes Rangel, importante factor si la también diputada federal no tiene un doble un juego para los comicios del domingo.

Para quienes están inmersos en la política local es sabido que, dentro de la coalición “Juntos Haremos Historia”, algunas candidaturas fueron entregadas a actores políticos bien identificados con Paredes Rangel. Sin embargo, si éstos ya han recibido, como parece ser, la indicación de apoyar a Anabell Ávalos, las huestes votarán diferenciado el próximo fin de semana.

Otro factor importante es la maquinaria de los partidos políticos que respaldan la candidatura de Ávalos Zempoalteca. Cada uno tiene un piso mínimo en el número de votos, por lo cual, bien aceitada esa maquinaria, puede rendir lo suficiente para alcanzar y rebasar los 200 mil sufragios, que son los mínimos que se requieren para estar en la pelea.

Además, no hay que olvidar que dentro de la alianza que postula a Lorena Cuéllar existen quienes no trabajan por la causa, sino a favor de los de enfrente. Incluso de los que fueron solos y postularon candidata, como el caso de Movimiento Ciudadano con el candidato a diputado local número uno de la lista plurinominal, Jonatan Bretón, y el mismísimo dirigente estatal Refugio Rivas Corona.

Las encuestas no reflejan eso. Hay una percepción de ventaja a favor de Cuéllar Cisneros, pero en el campamento de Ávalos Zempoalteca es real que existe trabajo de tierra. Ya se verá cuál es el resultado final, lo cierto es que para quienes se imaginan un día de campo, es seguro que no lo habrá.