SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Cutberto Chávez, razones del triunfo
Si nada turbio sucede, este lunes Cutberto Chávez de la Rosa rendirá protesta como nuevo secretario general de la sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la más importante organización sindical en Tlaxcala.
Esa importancia y trascendencia hizo que muchos ojos estuvieran atentos al proceso interno, cuyo culmen se dio el jueves pasado con un triunfo claro y contundente. José Arturo Morales Juárez ha reconocido su derrota y el líder nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, se ha congratulado con lo que calificó como un proceso ejemplar y de madurez democrática.
Fue una victoria bien trabajada desde la base magisterial y a contrapelo de los deseos de Palacio de Gobierno, que operó a favor de Arturo Morales a través de algunos funcionarios incrustados en la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET) con la complacencia del secretario de Educación, Homero Meneses Hernández.
Parte de la derrota provino del deficiente trabajo con el que han actuado algunos funcionarios de esa dependencia. Eso mismo originó que sectores bien identificados del magisterio se inclinaran por un cambio y no por la continuidad de la actual dirigencia sindical encabezada por Demetrio Rivas.
Jesús Omar López Conde, desde extensión territorial de la USET, es el mejor ejemplo del trabajo burdo y mal realizado, representando esa dirigencia sindical que vive sus últimas horas. Ha impulsado cambios de personal en diversas áreas tratando de cumplir compromisos con grupos políticos y magisteriales, pero mermando a la USET de años de experiencia y, en algunos casos, especialización.
De esa forma han actuado otros funcionarios de menor nivel, como Leticia Ahuactzi Cervantes, quien desde la Coordinación Estatal de Bibliotecas representa los intereses del secretario de Gobierno, Sergio González Hernández. Ninguna experiencia previa tenía ella para ocupar esa posición, sino apenas su trabajo político focalizado en un municipio en el que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) perdió.
Pese a su limitado y deficiente trabajo político electoral, reflejado con la derrota ante el hoy alcalde petista de San Damián Texoloc, Arturo Covarrubias Cervantes, Sergio González logró colocarla en la estructura educativa como funcionaria. No es la única persona. En la Dirección de Evaluación Educativa, por ejemplo, se encuentra su yerno, Raciel Sánchez Rincón.
De todo eso y varias cosas más se dio cuenta la base trabajadora que dio el triunfo a Cutberto Chávez. Por eso el secretario de Educación debiera revisar a sus colaboradores y a sus colaboradoras, y de ser necesario aprovechar la coyuntura que puso la propia gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, en el sentido de realizar cambios este fin de año, después de una observación de cuatro meses.
A Chávez de la Rosa, por su parte, el triunfo le obliga a cumplir su compromiso de auditar financieramente el trabajo de Demetrio Rivas. Y También, paralelamente, revisar que en los cambios de personal en la USET no se violenten derechos en la reubicación, como en algunos casos se está dando.
Además, es claro que el Partido Nueva Alianza (Panal) deberá adecuarse a la realidad que le impone la nueva dirigencia sindical, porque es claro que el grupo que llega fue relegado en candidaturas y en trabajo político durante el pasado proceso electoral. Su existencia como instituto político está de por medio y no puede darse el lujo de despreciar nuevos pactos.