Alcanza rezago educativo en Tlaxcala al 2.5 por ciento de su población
Cifra por debajo de la media nacional de personas mayores de 15 años que no saben leer ni escribir o no han concluido su primaria o secundaria.
Tlaxcala, Tlax, a 20 de septiembre de 2020 (Gerardo Santillán).- En Tlaxcala, el 2.5 por ciento de su población se encuentra en algún tipo de rezago educativo, es decir, unas 35 mil personas mayores de 15 años que no saben leer ni escribir, o no han concluido sus estudios de primaria o secundaria, reportó el Director del Instituto Tlaxcalteca para la Educación de los Adultos (ITEA), Javier Vázquez Sánchez.
No obstante, ese porcentaje está por debajo de la media nacional que oscila los cuatro puntos y los municipios donde se tiene identificadas a personas en mayor rezago son Tenancingo, Tlaxco, Atlangatepec, San José Teacalco, Emiliano Zapata, Atlzayanca, San Pablo del Monte, Tequexquitla, Terrenate y Zitlaltepec.
En entrevista, Vázquez Sánchez mencionó que en 2019 se tuvo una meta de ayudar a que 8 mil 374 educandos terminaran algún nivel educativo – alfabetización, primaria o secundaria –, pero se superó la meta con un total de 8 mil 550 personas, con lo cual se dio un logró del 102.1 por ciento y ya se entregaron el 97 por ciento de certificados.
La meta para este 2020 es apoyar a 7 mil 154 personas a salir adelante en su educación básica, los cuales están siendo atendidos mayormente a distancia, agregó el funcionario estatal.
Eso sí, el titular del ITEA reconoció que debido a los efectos de la pandemia que obligaron al distanciamiento social y cancelar algunas actividades presenciales, no será posible cumplir con el objetivo de que en este mismo año dos o tres municipios saliera de esa lista de rezago, pero que se continuarán los esfuerzos para lograrlo en los siguientes meses.
Por otro lado, Javier Vázquez recalcó que todos los servicios que presta el ITEA son gratuitos y los certificados que entrega de alfabetización o cumplimiento de estudios básicos también, por lo que pidió a los usuarios no dejarse sorprender por falsos gestores que prometen certificados de estudio que evidentemente son falsos.