SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

El fallido asalto al TEPJF

 

Después de una larga “telenovela”, sobre el intento de acotar facultades al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, impulsada, por el cada día más autoritario “López-obradorismo”, que aglutina a los partidos MORENA, PT y PVEM, y secundada en principio, por las bancadas de los partidos PRI, PAN, y PRD, estos movidos por su visceralidad en contra de la instancia jurisdiccional que les ha enmendado sus trácalas para tratar de burlar el cumplimiento de los mandatos sobre paridad de género, y cuotas de candidaturas a grupos minoritarios, se dieron rebeliones al interior de todos esos grupos parlamentarios en la Cámara de diputados, encabezados por diputadas y representantes de minorías que, a tiempo se dieron cuenta que serían los principales afectados de la inefable reforma, cuya real intensión era regresar a los tiempos en que a las mujeres les daban las candidaturas que los hombres consideraban imposibles de ganar, y a las minorías ni las veían, ni las escuchaban.

Ante el enorme peligro de castigo electoral que los partidos políticos podrían enfrentar en 2024, si la reforma era llevada a sus últimas consecuencias, Movimiento Ciudadano fue el único que se manifestó en contra, esperando que los otros seis partidos se equivocaran, para capitalizar a su favor el enojo ciudadano por la reforma; pronto el PAN entendió la barbaridad que estaban a punto de cometer y dio marcha atrás, tibia y mañosamente el PRI y PRD también se zafaron del garlito que MORENA les había tendido y se abrieron de la propuesta, al seno del grupo morenista, ante la amenaza de fractura, sigilosamente guardaron la iniciativa, anunciando que se seguiría discutiendo.

El hecho era mucho más grave de lo que la mayoría de la sociedad alcanzó a percibir, ya que una ciudadanía sumida en la desinformación que las “mañaneras” le administran, solo se queda con las descalificaciones viscerales que Don Andrés le receta a quienes le resultan un estorbo para la consolidación de su dictadura, y reacciona en automático, yendo en la dirección que este quiere, para utilizarlos como justificación a sus atropellos, diciendo que es la voluntad del pueblo, aunque para él, pueblo solo signifique una masa amorfa y sin voluntad a la que malea a su antojo.

La incipiente democracia mexicana estuvo a punto de dar un salto hacia atrás de 40 años, a las épocas del nefasto Colegio Electoral de las cámaras legislativas, que cínicamente hacías las veces de autoridad jurisdiccional electoral, para autocalificar sus elecciones y cubrir sus trampas, lo que permitió al PRI sostenerse en el poder, ante la imposibilidad de la oposición de contar con instrumentos legales e institucionales para denunciar los atropellos que les aplicaban. Lo que hoy parece querer replicar MORENA para sostenerse indefinidamente en el control de los poderes públicos, cosa que no debe sorprendernos, ya que Don Andrés simplemente es un priísta de aquellos de los años sesenta del siglo pasado, y MORENA es el PRI del siglo veintiuno.