SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

La última y se van

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), vive la época de mayor angustia de sus 93 años de historia, ni cuando perdió las elecciones federales de 2000 y 2006 había tanta zozobra como la que existe previo a las elecciones del próximo domingo 5 de junio, la que habrá en 2023 en que se juega el Estado de México, y hasta la federal de 2024, lapso de dos años que podrían ser los últimos en la vida del otrora invencible partidazo tricolor.

El amanecer del próximo lunes 6 de junio podría traerle al PRI quedar solo con dos, de treinta y dos gobiernos estatales, el Estado de México y Coahuila, ya que todo indica que perderá Hidalgo y Oaxaca a manos del partido López Obrador, conocido oficialmente por las siglas MORENA, lo que haría insostenible la permanencia de Alejandro Moreno alías “Alito” al frente del Comité Nacional de este partido, aunque en los hechos solo está sostenido en el cargo con cinta “Diurex”.

El canibalismo político que probablemente desatarán los priístas en contra de Alito y su pandilla, después del fracaso electoral anunciado para el domingo venidero tendrá un claro objetivo, proteger por anticipado la elección del 2023, porque si los tricolores son derrotados en el Estado de México, joya de la corona de las gubernaturas, la pérdida de su registro estará casi sentenciada para el 2024.

Alito se ha convertido en un activo sin valor político para el PRI, su confrontación abierta con Don Andrés y sus huestes le está resultando muy costosa al partido, ya que se ha quedado sin interlocutor frente al Gobierno Federal, y si algo ha exhibido este partido a lo largo de su historia es que no sabe vivir sin Presidente de la República, por lo que les urge cambiar de timonel para tratar de construir los acuerdos que les den posibilidad de conservar el Estado de México, convencidos de que Don Andrés sería capaz de cambiar esa ficha por sus iniciativas electoral, guardia nacional, y hasta revivir la eléctrica después de la elección de 2023, total el grupo que controla a MORENA en esa entidad, conocido como el GAP, es desechable para el presidente.

La caída en desgracia del Alito dejará una “viuda política” en Tlaxcala, Mariano González Aguirre, alias “Marianito”, pende todo su futuro electoral de su cuate campechano, ya que localmente goza casi de un repudio general entre los priístas, quienes están decididos a no dejarle pasar a la dirigencia estatal como pretende, y mucho menos a la candidatura al senado en 2024.

El bloque de “Beatricistas”, encabezado por Anabell Ávalos y Blanca Águila no quieren nada con el penúltimo vigente de la “casta ganadera” tlaxcalteca (el último es el Ponchito Sánchez), lo cual ha permeado en la poca base que le queda al PRI en Tlaxcala, cuyos militantes, uno tras otro, le cierra la puerta en la nariz al junior de la casa González. Pésima apuesta política hizo el autodenominado grupo “cien por Tlaxcala”, aunque en los hechos se debe llamar “veinte por Marianito”. Si el panorama nacional para el PRI lo mantiene en terapia intensiva, el estatal ya lo tiene en vida vegetativa, todo apunta a que en 2024 será la última y se van.