SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

El reencuentro político entre Lorena y Gelacio

 

Uno de los primeros conflictos que amenazaba con empañarle el inicio de su gestión como gobernadora a Lorena Cuéllar Cisneros, fue el que estuvo a unas horas de estallar el pasado fin de semana en el Congreso del Estado debido a la impericia e imprudencia política que caracterizan al diputado Rubén Terán Águila. Terán hasta el viernes 27 de agosto estaba perdiendo la partida ante el diputado Miguel Ángel Covarrubias Cervantes quien por momentos tenía el consenso de hasta 14 diputados para, en principio, impedir que Terán fuese designado presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política (JUCCOPO) y posterior a ello Covarrubias ser ungido en dicho cargo, lo que hubiera sido políticamente demoledor para la gobernadora entrante.

Finalmente, la intentona de rebelión se sofocó por la operación política que realizó durante semanas el enlace con el congreso designado por Lorena Cuéllar, el veterano político Gelacio Montiel Fuentes, con quien la hoy gobernadora tiene una historia de encuentros y desencuentros de casi una década. Dichos vaivenes nacieron a finales de año 2011, cuando la dirigencia y grupos internos locales del Partido de la Revolución Democrática en Tlaxcala ya se había definido que Montiel encabezaría la primera fórmula de candidatos al Senado de la República para el proceso electoral del año 2012, lo que fue “reventado” por la operación, entre otros del exgobernador Sánchez Anaya, quienes llevaron a Cuéllar ante los dirigentes nacionales amarillos luciéndola como una importante adhesión proveniente del PRI, a donde Cuéllar enfrentaba el veto para ser candidata del entonces gobernador González Zarur.

La dirigencia perredista fiel a su eterno pragmatismo pasó sobre el conceso local de los grupos del partido en Tlaxcala y literalmente impuso sin mayor trámite a Cuéllar como su candidata en primera fórmula al senado, y a modo de compensación le ofreció a Gelacio la segunda fórmula, sin embargo, éste en uno de sus recurrentes arranques de soberbia lo rechazó, por considerar indigno ir detrás de Cuéllar, por lo que la candidatura cayó de rebote a Martha Palafox Gutiérrez quien a la postre sería al igual que Cuéllar senadora, hechos que marcaron un distanciamiento entre Gelacio y Lorena.

La elección del año 2016, y la consecuente postulación de Cuéllar a la gubernatura de Tlaxcala por parte del PRD vino a reencontrar parcialmente a esta con Gelacio, al verse involucrados ambos en la necesidad de tener que hacer campaña para el mismo partido político, sin embargo, Gelacio nunca logró ser considerado como de confianza para Lorena, lo que provocó que este solo se esforzara por apoyar a los candidatos a diputaciones y ayuntamientos afines a su corriente política y a dejar que la campaña de Lorena corriera a su suerte.

Tras los resultados de la elección del año 2016 Lorena se distanció del PRD acusando al partido de haberle jugado las contras e inclinarse subterráneamente hacia otro candidato, enfocando sus rencores fundamentalmente contra el entonces dirigente estatal (hoy de facto lo sigue siendo ya que el presidente formal no mueve un dedo sin instrucción de Cambrón), a quien responsabilizó, de lo que ella consideró que fue un robo de su presunta victoria. Tras el rompimiento Cuéllar se acercó políticamente con Andrés Manuel López Obrador, quien en esos tiempos se encontraba en plena consolidación de su partido político, que meses atrás había logrado el registro legal como partido político nacional.

La salida de Lorena del PRD la aleja más de Gelacio quien permaneció en el partido como parte de su corriente interna, “tribu” declaradamente anti-López Obrador por sus críticas contra el clientelismo político que ejercían los dirigentes de dicha corriente. Fiel a su grupo político nacional, Gelacio nunca fue simpatizante de López Obrador, lo que hizo poco probable un acercamiento con Lorena, al menos hasta el año 2020, cuando la “tribu” política nacional de Montiel empezó su debacle y casi desaparición.

A finales de 2020 e inicios de 2021, Montiel buscó el acercamiento político con Lorena con la intención de lograr para su hijo la candidatura a la presidencia municipal de Tetla de la Solidaridad, a cambio de sumar el ya magro capital político de Gelacio a la campaña de Cuéllar, acercamiento que ella consintió encargándole algunas tareas proselitistas limitadas, sin embargo, Cuéllar no pudo cumplir la petición de Montiel para favorecer a su hijo, teniéndose que conformarse ellos con la regiduría dentro del ayuntamiento de Tetla que hoy ostenta el primogénito de Gelacio.

Concluida la elección que llevó a Lorena a la gubernatura del estado de Tlaxcala para el período 2021-2027, Cuéllar le encargó a Gelacio ser el enlace con los diputados electos, sabedora de la poca capacidad que tendría Terán Águila para lograr acuerdos con todos los grupos partidistas representados en la futura legislatura local, lo que gradualmente se fue haciendo evidente y público, poniendo en riesgo que MORENA tuviese la presidencia de la JUCCOPO. Terán, basaba sus intentos de convencimiento en invitar a los diputados a su proyecto personal, con el argumento de que estaría dos años en el congreso local para después ir al senado en 2024 y, posteriormente, a la gubernatura en 2027, lo que lejos de atraer a los diputados de otras fuerzas políticas les provocaba gracia, ya que sabían que los acuerdos eran con Gelacio y no con Terán.

Gelacio operó con eficiencia y fue desarmando el bloque que Covarrubias había aglutinado, la pieza clave para ello fue la negociación con la diputada Alejandra Ramírez Ortiz quien representa los intereses del grupo político de su familia los cuales controlan a la Universidad Autónoma de Tlaxcala, grupo con el que Lorena no tiene simpatía política, lo que representaba una amenaza para el clan Ortiz. Sin embargo, una serie de hechos inesperados provocados por Terán ubicó a los Ortiz, teniendo una sola diputada en ser la clave para desarticular el conflicto que a Lorena y MORENA se les avecinaba. Es de suponer que parte de los acuerdos que Gelacio y Ramírez Ortiz establecieron fue la unción del atribulado diputado Terán en la JUCCOPO y la reducción al mínimo del grupo de Covarrubias, a cambio de ello, el partido de los Ortiz recibió la presidencia de la mesa directiva del congreso para el primer periodo legislativo, y quizás (lo veremos al paso de los meses) el no ser molestados en su feudo universitario.

Políticamente Lorena tiene al menos dos deudas con Gelacio, una compensarle el desplazamiento que este padeció cuando literalmente le quitaron la primera fórmula al senado por el PRD en 2012, y ahora el haberla librado de la vergüenza política que habría pasado si su partido no hubiera logrado la presidencia de la JUCCOPO en el congreso local. Si bien, no le asignó de inicio un cargo de primer nivel en su gabinete (quizá habría generado mucha turbulencia entre la base de MORENA que no ve del todo bien a Montiel), si lo tiene como un relevo de primera línea por si alguno de sus secretarios no puede con la responsabilidad en el corto plazo, y hasta quizás, como un diputado local para la siguiente legislatura, que le diera estabilidad a la bancada de Cuéllar (en las candidaturas federales Gelacio encontraría oposición al interior de MORENA). El tiempo dirá si la Gobernadora Cuéllar Cisneros tiene nobleza política para con Montiel Fuentes o si solo lo utiliza y deshecha sin ninguna consideración cayendo en el utilitarismo político.