SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ
Morena, una frágil mayoría en el Congreso
Aunque ahora mismo se trata de dar una versión de respeto a la pluralidad política, no ha sido ninguna graciosa concesión del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) darle la presidencia de la Mesa Directiva a Alianza Ciudadana (PAC). No haberlo hecho le hubiera significado la pérdida de la presidencia de la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCCP).
Y, sin embargo, aunque tendrá esa importante posición, Rubén Terán Águila, llegará debilitado porque no ha sido él quien construyó los acuerdos políticos con la oposición, sino el enlace del gobierno estatal con el Congreso local, Gelacio Montiel Fuentes.
La disputa en el Congreso del estado es demasiado fuerte como para minimizarla. Mal haría como gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros en hacerlo porque muchos de sus proyectos tendrán destino final en el poder Legislativo, lugar donde deberá hilarse fino para sacarlos adelante.
Hay dos bloques. El primero está conformado por Morena (8 votos), Fuerza por México (uno), el priista Fabricio Mena Rodríguez y el panista José Gilberto Temoltzin Martínez. Un total de once votos legislativos. Del otro lado se encuentran el PT (4 votos), PVEM (2), Panal (2), PRD (2) y PRI (2).
Hasta hace unos días, dentro del segundo bloque estaban también el PAC (1) y el PES (1), pero que Morena haya respaldado a Alejandra Ramírez para la presidencia de la Mesa Directiva hace que dentro del primer bloque exista una mayoría mínima de 13 votos contra 12. Así que, si las cosas no cambian, es muy probable que para mantener su exigua minoría, Morena tenga que ceder espacios importantes en las comisiones ordinarias y en los órganos legislativos como el Comité de Administración, responsable de los dineros.
Así que el trabajo de Gelacio Montiel Fuentes avanza en el Congreso, al tiempo que la figura de Rubén Terán Ávila se merma, no importa que él sea quien encabece la presidencia de la JCCP. Será así porque la negociación no la encabeza él como coordinador del grupo parlamentario con mayor número de diputaciones, situación que lo pone como una figura francamente decorativa, resultado de su torpeza política y soberbia.
Por lo pronto, esta frágil mayoría morenista puede cambiar de momento a otro dependiendo los intereses de cada legislador o legisladora.
Lo que sí se ve a las claras, es que Marco Antonio Mena Rodríguez, como gobernador, maniobró para respaldar en las urnas a Lorena Cuéllar Cisneros. Tan es así que su hermano será –en realidad ya lo es- el caballo de Troya dentro de la fracción priista. Un militante disfrazado de tricolor, pero que en sus venas corre sangre morena orientada a respaldar, desde el Congreso local, a su pariente política.
Desde esa posición será, además, el cuidador de las espaldas de su hermano que, de acuerdo con fuentes consultadas, es probable que ocupe próximamente una embajada en el sur del continente americano, aprovechando la coyuntura de cambios que ya inició el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ya veremos si esa posición se confirma.
Lineazo: no sólo algunos priistas jugaron las contras en la campaña de su candidata a la gubernatura, Anabell Ávalos Zempoalteca. También panistas jugaron su papel a favor de Lorena Cuéllar a pesar de estar formalmente aliados con el Revolucionario Institucional. Es el caso de su secretario general dentro del Comité Directivo Estatal, Miguel Ángel Polvo Rea, quien para dar la coronilla, estuvo participando activamente en el equipo de transición de quien hoy asumirá las riendas del gobierno estatal.