SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

El deceso político de Monreal

A finales de la semana que recién concluyó, el Senador Ricardo Monreal Ávila, “decorativo” coordinador del grupo parlamentario de MORENA en la Cámara Alta, vivió lo que ya puede considerarse como su deceso político; en el mismo día que orgulloso declaró, que había logrado un acuerdo para nombrar a uno de los comisionados faltantes del Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales, el INAIP -que tanta fobia provoca al presidente López Obrador-, para sacar a este del limbo al que le condenó Don Andrés, a la hora de votar el nombramiento del presunto personaje pactado por las facciones partidistas representadas en el Senado, su propia bancada, a la que se supone que “liderea” votó en contra y le dejó, como dijeran los jóvenes de hoy, “como payaso”.

El hecho, sirvió para que el presidente López se divirtiera un rato viendo como sus opositores caían en el engaño de pensar que el Senado es autónomo, pero a la hora buena, tómala, Ricardito tu acuerdo a la basura y el INAIP sigue en el limbo. Pasada la votación el “líder” morenista en el Senado no tuvo mas que reconocer que ya no tenía margen de maniobra para resolver el asunto -ni para ningún otro- y resignarse a soportar las burlas de toda la comunidad política nacional.

Horas más tarde, Ricardito fue invitado a sentarse al lado de Don Andrés en un evento en el que también estuvieron las otras tres corcholatas morenistas, el reencuentro de Monreal con López Obrador fue una clara demostración de la “muerte política” del zacatecano -la oposición no volverá a creerle nada-, quien no tuvo más remedio que regresar a besar la mano de su líder, para que le consideren en algún “carguito” en el futuro gobierno federal que encabezará Sheinbaum o Adán Augusto, por lo que puede que le veamos de diputado federal o embajador, lo que sería el episodio final de sus andanzas políticas.

Queda claro que el INAIP no verá más la luz mientras Don Andrés mande en el país, y por más que la oposición se pare de manos, este no dará marcha atrás en cuanto a un organismo al que solo espera tener la mayoría en 2024 para desaparecerlo vía modificación a la constitución, si es que los resultados le dan esa anhelada mayoría con la que aspira terminar por destrozar al entramado institucional del país, para regresarlo medio siglo atrás, a un centralismo exacerbado que es el ideal de López Obrador, aunque tenga que disfrutar de ello desde su rancho en Chiapas, lugar en el que seguirá siendo presidente de facto, aunque las quincenas las cobren Claudia o Adán Augusto.