SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Del “es Claudia” al “ahora es Adán Augusto”

En las últimas semanas han brotado como por arte de magia, bardas en las que se advierte “Y ahora es Adán Augusto”, en lo que parece ser el anuncio de que a Doña Claudia Sheinbaum se le “acabó el veinte” y debe resignarse a dejar pasar al que desde un inicio ha sido el auténtico proyecto sucesorio de Don Andrés.

La “bici-mami”, como ahora podrá decírsele a la Sheinbaum -el moto-papi es el Secretario de Gobernación-, seguirá haciendo campaña para hacerle de comparsa al proselitismo descarado y fuera de ley que el partido de Don Andrés hace todos los días, con la certeza de que el Tribunal Electoral de la Federación no se atreverá a tocarles ni un cabello.

La continuidad del proyecto caciquil de López Obrador hace necesario que sea alguien de su entera confianza, como lo es Adán Augusto, quien funja como prestanombres al frente de la Presidencia de la República a partir de 2024; Sheinbaum tiene una debilidad ante los ojos de Don Andrés, es mujer, y él es un consumado misógino, que solo le ha usado para distraer la atención durante un rato, en lo que el Secretario de Gobernación avanza en sus amarres con grupos de poder político y económico.

El posicionamiento de López Obrador, parece ser suficiente para que en 2024 su partido repita en la presidencia, por lo que debe decidir con calma quién le suceda, ya que su influencia difícilmente llegara al 2030, y lo que le apura es que nadie le investigue, ni moleste una vez que deje el cargo.

En ese escenario, el idóneo resulta ser Adán Augusto; es el menos apto para el cargo, y eso le hace manejable para Don Andrés, cosa que se le complicaría con Sheinbaum, quien podría en algún momento tratar de recuperar su dignidad y ejercer realmente la presidencia; con Marcelo y Ricardo ni pensarlo, esos rápido caminarían por la libre respecto a los intentos intervencionistas de López Obrador.

Por ello, el surgimiento de la campaña “Y ahora es Adán Augusto” suena como una clara advertencia sobre por dónde va la cosa, para que, como dijese el santo político de cabecera de Don Andrés, el expresidente Salinas de Gortari, “no se hagan bolas”, y entiendan que, no es Claudia, es Adán Augusto.