SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Don Andrés llevó su fantasía a Washington

En la semana que concluye, el presidente López Obrador viajo a la Capital Norteamericana para reunirse con el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, llevando como tema central el asunto de los migrantes que pretenden llegar a la Unión Americana cruzando por la frontera norte de nuestro país. Según reseñan diversas fuentes, para la prensa estadounidense la visita pasó casi inadvertida, a no ser por la tragicómica actuación que Don Andrés tuvo ante un sobrecogido Biden, quien entre divertido y fastidiado aguantó la versión internacional de la “mañanera que le llevó López.

Don Andrés, queriendo impresionar a su homólogo norteamericano, intentó verse docto en diversas materias, siendo que no lo es en ninguna, y se soltó hablando, imaginando que ilustraría a su interlocutor, y que después de eso, este sería uno más de sus fans como ocurre con los mandatarios de Venezuela, Bolivia, Cuba o Nicaragua. Sin embargo, no solo desaprovechó una oportunidad de convencer al gobierno norteamericano de modificar su política migratoria, ya que su propuesta fue calificada por la prensa local como irrealizable, por lo que tal parece que el objetivo del presidente López solo era “dar la nota” y después soltar a sus “bots” para que alabaran su visita a Washington, tal como sucedió con los gobernadores afines, quienes una vez más exhibieron el papel indigno que hacen cada ocasión que Don Andrés les ordena pronunciarse a su favor, aunque no haya motivo para ello,

El viaje de López Obrador, en el contexto que vive nuestro país, aparece como una más de las cortinas de humo que extiende periódicamente para tratar de ocultar los problemas que día con día se le salen de su control, como es la violencia, la inflación, el aumento de los contagios de COVID, o su ambigua política respecto a los migrantes que tratan de ingresar por nuestra frontera sur, en la que dice una cosa y mandata otra en su contra, así como su sistemática violación a las leyes que juró guardar y hacer guardar, o los atropellos que infringe utilizando todos los recursos públicos a su alcance a todo aquel que contradice su voluntad.

Don Andrés, en su palestra local, o en las que le permitan fuera de nuestras fronteras, es él mismo mendaz y déspota político tropical que ha sido siempre.