SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
Don Andrés se enojó y reaccionó
Después de la desastrosa jornada electiva interna del partido MORENA, era de esperarse la reacción de su franquiciatario, a quien lo que más enojó no son los hechos acontecidos durante los días 30 y 31 de julio pasados, sino que se les haya dado tanta cobertura mediática, lo que expuso el canibalismo autorizado por Don Andrés en contra de aquellos a los que ya no quiere en MORENA.
La reacción de López Obrador fue en cuatro sentidos; primero, minimizar los hechos, aunque eran más que evidentes; segundo, culpar “a los que no aceptan que el pueblo manda”, o sea a los Monreales y otros que se atrevieron a denunciar las atrocidades cometidas contra ellos; tercero, distraer la atención reviviendo una vez más las presuntas investigaciones (de chocolate) contra los expresidentes, a lo que el día siguiente el Fiscal carnal respondió que había una contra Peña Nieto, “cuanta coordinación”; y la cuarta, anunciar la actuación de los “Tigres del Norte” para después del Grito de Independencia ¡cuánta pobreza franciscana caray!.
Don Andrés, sin duda, es todo un hombre espectáculo (por no decirle “showman”), que bien sabe cómo dirigir la atención de su clientela electoral para que mire hacia donde quiere e ignore lo que no desea que note. Mientras este nivel de aleccionamiento prevalezca, sin duda, que será difícil vencerle electoralmente, aunque la mayor parte de sus actos sean como hasta hoy perniciosos para la propia sociedad a la que dice haber “empoderado”.
En el ámbito local, la elección de MORENA salió al gusto pleno de Doña Lorena y del exgobernador Sánchez Anaya, ambos, al igual que como lo hicieron años atrás en el PRD, primero se metieron en el partido después de brincar del PRI, para luego, haciendo uso del erario desplazar a los integrantes originales del partido, colonizarle con gente venida de su antiguo partido, utilizarle para obtener cargos para familiares y amigos, y cuando ya no fue útil destrózalo lo más posible para partir hacia otro partido que hoy es MORENA, en el cual tarde o temprano repetirán la historia.
A diferencia del ámbito nacional, a donde Don Andrés tiene que apagar rebeliones internas, en Tlaxcala Doña Lorena y Don Alfonso, no tienen oposición significativa, al interior de MORENA cuya militancia es muy brava con los de afuera, pero completamente mansa con los atropellos internos, a lo que se agrega la cuasi inexistencia de una oposición partidaria externa, ya que literalmente es inofensiva.
El país parece estar en la ruta de un ciclo parecido al que se vivió en los mejores tiempos del PRI, un partido hegemónico, con una sociedad mayoritariamente cooptada a través del “maiceo”, o programas sociales, y adormecida con medias verdades, lo que a la larga fue el caldo de cultivo para engendrar el sistema clientelar y corrupto que sostuvo durante décadas al PRI y por unos años al PAN en el poder; modelo que Don Andrés ha maquillado muy bien con su narrativa, aunque en el fondo es una repetición de aquel en el cual se formó en su juventud, que le marcó para el futuro, que hoy es su presente. La frase, “origen es destino” bien se le aplica al señor presidente.