SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Poder Judicial, de vergüenza

Se equivoca el presidente del Poder Judicial, Mario Jiménez Martínez, al decir que la filtración de un audio publicado en el portal Gentetlx, en el que cuatro magistrados acordarían la distribución de cheques de 100 mil pesos para beneficio propio, tiene la “sobrada y dañina intensión de desprestigiar la imagen del Tribunal Superior de Justicia”.

Se equivoca porque el desprestigio ya lo tiene esa institución, y no es en razón del audio dado a conocer, oportunamente, por el periodista José Luis Ahuactzi. El desprestigio tiene años anidado en el Poder Judicial, y en mucho han contribuido magistrados y magistradas que han formado parte del Pleno en los últimos años.

No por nada uno de los principales compromisos de quienes han asumido la presidencia del Poder Judicial ha sido el de erradicar la corrupción. No han podido hacerlo porque para llegar a ese cargo asumieron compromisos, algunos inconfesables, que los han maniatado.

No sólo es el tema del dinero, como lo fue en el caso de la grabación, sino la tolerancia a la influencia ejercida desde el exterior para resolver asuntos a favor o en contra de ciertos actores; a la inacción sabiendo la existencia de despachos jurídicos en los que magistrados tiene clara injerencia de expedientes; a la terquedad con que actúan cuando con opacidad resuelven sus temas y manejan el dinero público; al contubernio entre magistrados para nombrar jueces y funcionarios como cuotas de poder interno.

Lo grave de todo esto es que el presidente del Poder Judicial no tiene siquiera una pizca de autocrítica respecto de la institución a la que ha pertenecido desde hace más de una década como magistrado, y que como tal conoce sus entrañas. En ese sentido, es más grave su actuar y su decir.

Jiménez Martínez tenía años buscando la presidencia del Poder Judicial hasta que una coyuntura originada por los errores de quien le antecedió en el cargo, le permitió llegar a ella el año pasado. El tesón con el que trabajó no es igual al resultado de ese esfuerzo porque a las claras se observa que no tenía proyecto para desarrollar en el cargo.

En su más reciente informe realizado la semana pasada, Jiménez Martínez afirmó que en el TSJE quedaron atrás las confrontaciones externas e internas. Con la exhibición del audio se evidenció que no.

También en su informe aseguró que el Poder Judicial goza de finanzas sanas, tan sanas que “ahora sí, en un hecho sin precedentes, se hace obra pública”. Sin embargo, no corresponde a este Poder la realización de obra pública, sino más bien, y hay que subrayarlo, la impartición de justicia. Ésta, lamentablemente, ha sido dejada a un lado como algo secundario.

Ya se verá en los próximos días, con la ratificación o el cambio en la presidencia del Poder Judicial, si las confrontaciones internas son parte del pasado, como asegura Jiménez Martínez. Por ahora queda claro que el hambre por la influencia y el dinero son los que mueve a los magistrados y magistradas por llegar al cargo de presidente. Véase si no.

De acuerdo con la publicación oficial del Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2020, el presidente del Poder Judicial será el funcionario público mejor pagado en Tlaxcala. El costo mensual promedio de sus remuneraciones brutas será de 213 mil 994 pesos, es decir, 2 millones 567 mil 934 pesos al año. Un magistrado normal tendrá ingresos mensuales brutos por 126 mil 453 pesos, que equivalen al año a 1 millón 517 mil 440 pesos.

Ni el gobernador tendrá esos ingresos, pues el costo mensual promedio de remuneraciones brutas alcanza los 111 mil 670 pesos, es decir, 1 millón 340 mil pesos al año.

Con los resultados que da el Poder Judicial en Tlaxcala, que disculpen los magistrados y magistradas, de ninguna manera su trabajo vale lo que cobran. Debería darles vergüenza.

Lineazo: Un reconocimiento merecido a su trayectoria haberle entregado las llaves de la ciudad de Tlaxcala al senador Porfirio Muñoz Ledo. Su carrera política, diplomática y parlamentaria no da lugar a debate, sin embargo, no debe dejarse pasar que ahora mismo forma parte del grupo parlamentario del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). En ese contexto, ¿la alcaldesa capitalina Anabell Ávalos Zempoalteca guiñe o un ojo a ese instituto político de cara a 2021; o de verdad es un reconocimiento límpido a ese siempre polémico personaje?