SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ
Difícil 2021
Aunque el artículo 285 del Código Financiero establece que el titular del Ejecutivo deberá entregar, al Congreso local, la iniciativa que contenga el decreto de presupuesto de egresos del estado para el ejercicio fiscal siguiente a más tardar el próximo 15 de noviembre, desde ahora todo hace indicar que el próximo año Tlaxcala pasará por momentos dificilísimos en materia presupuestal.
Este fin de semana, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez, adelantó pésimas noticias a los diputados federales del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena): habrá un recorte en el presupuesto de egresos de la federación, correspondiente al ejercicio fiscal 2021, cuya iniciativa será enviada el próximo 8 de septiembre a la Cámara de Diputados. Para decirlo claro, habrá menos recursos para el país no sólo en comparación de lo que se solicitó para este año, sino en cuando menos de los dos años fiscales anteriores.
Lo anterior será resultado de que los tres “amortiguadores” que este año utilizó el gobierno federal ya no existirán durante 2021 porque ya fueron utilizados para enfrentar la pandemia del coronavirus, Covid-19: el precio de las coberturas petroleras para el próximo año va a ser menor en 22 por ciento con relación al actual; los fondos para enfrentar choques económicos se habrán esfumado; y los “guardaditos” que tenía el gobierno se agotaron. Además, el país tendrá que pagar más dinero por deuda.
Lo anterior es una mala noticia para el gobierno del tabasqueño, pero también lo es para las 32 entidades federativas del país. Ya de por sí los gobernadores enfrentan severos problemas económicos en sus estados debido a que la emergencia sanitaria generó a los gobiernos estatales una carga presupuestal que no tenían contemplada, y varios de ellos tuvieron que recurrir a créditos por varios miles de millones de pesos.
Por eso ahora mismo un tercio de mandatarios estatales del país puja por la realización de una Convención Nacional Hacendaria, con el objetivo de renovar el pacto fiscal que les haga contar con más recursos para sus entidades.
El problema se agrava porque la pandemia del coronavirus seguirá entre nosotros muy probablemente hasta después del primer semestre del próximo año, hasta que el mundo no sólo encuentre una vacuna para combatirla, sino también para encontrar las mejores fórmulas para producirla y distribuirla.
En ese contexto de crisis económica, el país enfrentará un proceso electoral inédito. En general México tendrá el de junio de 2021 un proceso federal para renovar la Cámara de Diputados, mientras que las 32 entidades federativas tendrán una elección local ese mismo día. De hecho, en 15 de ellas se renovará gobernador, alcaldías y Congreso, mientras que en 13 estados cambiarán ayuntamientos y diputados, en dos legisladores locales y en dos más únicamente ediles.
En el caso de Tlaxcala, se renovarán todos los cargos de elección popular (la gubernatura, las diputaciones locales, los ayuntamientos y las presidencias de comunidad). Así que el estado tendrá que prepararse para un 2021 muy difícil en lo político, en lo económico y en el de salud. En pocas palabras, hará mucho frío y la cobija será corta, habrá hambre y se tendrá menos pastel para repartir.
En materia presupuestal no sólo el gobierno estatal deberá prepararse para tiempos difíciles, también deben hacerlo los ayuntamientos, las presidencias de comunidad, los tres poderes y los órganos autónomos, entre ellos el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) y el Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET). Vale la pena mencionar que el Instituto Nacional Electoral (INE) enfatizó que el costo de las acciones para prevenir los contagios de Covid-19 será de 378 millones de pesos. Y eso es sólo para elección federal, falta sumar lo que requerirán los organismos locales.
En ese escenario de elecciones, la presión social va a ser muy fuerte. Muchas familias han visto ya el desempleo de quienes las encabezan, y otras muchas han sufrido la disminución de recursos en sus trabajos. Podrá haber buenos deseos y mejores promesas del presidente López Obrador, pero la realidad siempre termina por imponerse. Y lo hará el próximo año.
Lineazo: Nada nuevo habrá de informar el presidente Andrés Manuel López Obrador en lo que será su segundo informe de gobierno. La experiencia indica que será una repetición de lo que ha venido diciendo en sus mañaneras. Y en dos años, lamentablemente, poco, muy poco ha habido para Tlaxcala.
El gobernador Marco Antonio Mena no ha expresado ninguna postura al respecto, pero por algo debe ser que aquellos mandatarios que integran la Alianza Federalista (Chihuahua, Michoacán Jalisco, Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, Durango, Guanajuato, Colima y Aguascalientes) ya manifestaron su intención de dejar la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Sostienen que hay un desprecio del presidente a los Ejecutivos locales y que cierra las puertas del diálogo.