SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Morena y sus alianzas
La próxima semana podría ser de definiciones en materia de alianzas. El miércoles 23 de diciembre es el último día para que los partidos políticos presenten, ante el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), sus respectivas solicitudes de registro de coalición. Diez días después, ese órgano electoral deberá emitir su resolución.
Sin embargo, en caso de no haber solicitudes de registro de coaliciones, existe otro plazo legal que inicia el 26 de diciembre y concluye el 28 de febrero. Ese periodo corresponde a las solicitudes de convenio de candidatura común, así que aún nada está definido.
Todo hace suponer que en Tlaxcala tendremos dos grandes coaliciones. Una encabezada por el Revolucionario Institucional (PRI), a la que se integrarán otros cuatro partidos políticos: Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Alianza Ciudadana (PAC) y Socialista (PS).
La otra coalición estará encabezada por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Y aunque mucho se ha dicho que a ésta se sumarán los partidos del Trabajo (PT), Verde Ecologista de México (PVEM), Nueva Alianza (Panal) y Encuentro Social de Tlaxcala (PEST), lo cierto es que observando lo que sucede en otras entidades de la República, esta posible alianza podría caerse.
Por ejemplo, hasta ahora el PVEM ha anunciado que irá en alianza con Morena en sólo cuatro de los 15 estados donde se renovarán gubernaturas. Nayarit, Nuevo León, Sonora y Zacatecas son las entidades donde irán juntos y Tlaxcala no asoma. En el caso del PT, las fisuras se observan en Sonora, Zacatecas y Guerrero, debido a la definición de candidaturas.
Lo cierto es que en la antesala de las elecciones locales en 2021, la ruptura de Morena con sus aliados es un hecho en Guerrero, Colima y San Luis Potosí, mientras que en Nayarit la alianza pende de un hilo.
En el contexto anterior, solo estamos hablando de las alianzas formales. Falta decir de aquellas entidades donde podría haber alianza pero la estructura partidista del PT no respaldaría a la candidata. Ese es el caso de Tlaxcala, donde se sabe que el líder real del partido, el diputado federal Silvano Garay Ulloa, no tiene la mejor relación con la futura abanderada morenista, Lorena Cuéllar Cisneros.
Así que las cosas no pintan bien para Morena. Porque, además, existe un enojo real sobre el método y la forma en que fue ungida Lorena Cuéllar como coordinadora estatal para la defensa de la Cuarta Transformación. Pero lo peor es que existe un soberbia inentendible en el dirigente nacional morenista Mario Delgado Carrillo, como si las preferencias electorales no fueran a cambiar en los próximos meses y la distancia con sus opositores fuera eterna.
La experiencia de las elecciones locales de 2016, donde Lorena Cuéllar Cisneros dejó ir una cómoda ventaja sobre el ahora gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, parece que no la toman en cuenta dentro de Morena. Después, entonces, que no vengan los arrepentimientos y las frustraciones.
Lineazo: Este espacio de reflexión tendrá un periodo de descanso por la llegada de fin de año. Reanudará sus reflexiones el próximo 4 de enero. Felices fiestas, pero recuerde: hay que cuidarse.