A CAPELLA Por MAURICIO HERNÁNDEZ OLAIZ
Alarmante escenario.
Me atrevo a hablar a nombre de muchos electores de Tlaxcala que no queremos, no merecemos, este tipo de demostraciones grotescas de la búsqueda del poder. Y es que lejos de aspirar a gobernar por el bien de todos, las demostraciones tan bajas de los contendientes solo evidencian su necesidad personal de llegar a controlar los espacios públicos y la gran cantidad de millones de pesos que los acompañan.
No tengo elementos, pero a mi parecer lo acontecido en el domicilio de la presidenta municipal de Tlaxcala fue un muy bajo acto de intimidación. ¿De quién? Serán las autoridades las encargadas de responder a ello, sin embargo, sabemos que algunos cuartos de guerra de adversarios políticos de la alcaldesa cuentan en sus filas con personajes que no tendrían ningún problema, ni remordimiento, en llevar a cabo un acto así.
Pero a fin de cuentas fue una pésima idea. Empoderaron más a la qué, parece, encabezará la gran coalición. Aunque la estrategia vaya acompañada de su buena dosis de bots en redes cuestionando a Ávalos sobre su desempeño en materia de seguridad, al grado de que hasta su casa se metieron. La realidad es que estos no fueron ladronzuelos comunes, esos que aprovechan la soledad de un inmueble para sustraerle sus tesoros. Esto fue otra cosa.
Pero insisto, los electores no merecemos campañas tan bajas, sucias, de alcantarilla. Con memes hirientes, con encabezados en medios pagados con motes mamones y notas sin cuerpo. Con equipos que promueven encuestas falsas, incluso promovidas por sus pasquines afines inmundos, que incluso se jactan de señalar a los de enfrente como corruptos al tiempo que se muerden la lengua hasta sangrarla.
Peor escenario aún es el de que a las mentadas encuestas mentirosas le cobraron derecho de admisión. Engañaron, defraudaron, robaron a más de uno. Y las víctimas también cobardes al no salir a señalar directamente a los responsables de acto tan abyecto.
El escenario próximo electoral no pinta bien. ¿Qué ha llevado a la política electoral de Tlaxcala a caer tan bajo?. La respuesta es simple, la maldita ambición, esa que corroe, que te empuja a pasar por encima de quien sea y de lo que sea. Esas ganas de sentirse superior al resto, mentirosamente reverenciada, respetada, porque por detrás es odiada y hasta escupida. Esa ambición que te lleva a mostrar tu peor cara, esa misma ambición que en demasía los llevará a la derrota.
Pero esa ambición no solo es de el que aspira al puesto, detrás hay hasta peores personajes, corifeos nefastos esperando mamar de la ubre gubernamental hasta hartarse, pero sin ganas de detenerse. Algunos ya han estado ahí, saben de lo que se trata y buscan a toda costa recuperar las mieles de la abundancia, del poder y de su asquerosa impunidad, por ello no hay empacho en señalar, agredir, vilipendiar. El sabor de la ubre eterna es mas grande y deliciosa que todo lo demás.
Alarmante escenario que invitamos a recomponer, a hacer campañas de altura, propositivas, ingeniosas, esperanzadoras. El camino que han tomado solo llevará a las urnas a los perpetradores de tan bajo umbral electoral, acompañantes sigilosos, mentirosos de los aspirantes y a aquellos que por una pobre recompensa acompañaran a los ungidos.
Tlaxcala no merece eso, espero amigo lector reflexione y no acompañe a aquellos que hacen de la denostación, la mentira, el engaño su modus operandi. Solo imagine que gobierno le van a entregar si les otorga su voto.
@olaizmau