ANÁLISIS EN CONTRASTE Por ALFONSO OCHOA MONTIEL - Linea de Contraste

ANÁLISIS EN CONTRASTE Por ALFONSO OCHOA MONTIEL

Reflexiones de inicio de año

Estimado lector, saludo a todos y todas con el gusto de desearles un próspero año nuevo, esperando que las circunstancias nos permitan evolucionar en los nuevos retos.

En el año 2020 fuimos testigos de acontecimientos sin precedentes que han cambiado la economía mundial y el mundo del trabajo.

El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud calificó el nuevo brote de coronavirus como una pandemia e instó a los gobiernos de todo el mundo a enfrentar este problema con seriedad y a prepararse para la primera ola de la emergencia de salud pública con varias medidas drásticas, una de las cuales fue el confinamiento en muchos países.

A medida que entraron en vigor las medidas de confinamiento o la obligación de quedarse en casa, una gran parte de la fuerza laboral debió quedarse en casa y trabajar a distancia, siempre y cuando sus funciones lo permitiesen.

Tanto las organizaciones que ya estaban familiarizadas con el teletrabajo como las que no, enviaron a sus empleados a casa y crearon las condiciones para el experimento de teletrabajo masivo más extenso de la historia.

Ante tales circunstancias, el teletrabajo se distinguió por el uso de tecnologías de la información y las comunicaciones –como teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras portátiles y de escritorio– para trabajar fuera de las instalaciones del empleador.

Es por ello que algunas dependencias gubernamentales, tuvieron que adaptarse a las condiciones, que las circunstancias globales establecían, hoy celebro que dependencias federales, estatales y municipales, fortalecen sus sistemas tecnológicos, generando mediante dificultades y oportunidades, procesos para administrar trabajos virtuales y presenciales en perspectivas comparadas, para eficientar y dar oportunidad a aquellos que cuentan con alguna comorbilidad física o de salud, el no salir de casa y cumplir con lo mas sagrado que es el trabajo.

Aún existen retos que cumplir, leyes que modificar y procesos por reglamentar que permitan, dar legalidad y certeza a el teletrabajo. La gran incógnita seria ¿jurídicamente que tan preparados estamos? ¿Cómo se ha legislado para que entes gubernamentales ejerzan este teletrabajo? En el año 2020, se tuvieron que inventar medidas drásticas, puesto que no estábamos preparados al cien por ciento para el enfrentamiento de esta contingencia, ya pasaron dos años exactamente y tuvimos la experiencia de acoplarnos a la nueva normalidad como muchos la mencionan, preguntemos ahora a las cientos de dependencias, que tanto han evolucionado al respecto y solicitemos su manual de procedimientos para poder ejercer el multimencionado teletrabajo o acaso aplicaran en todos los casos facultades discrecionales o decretos elaborados al vapor. Apostemos y tengamos la esperanza de que en estos dos años que antecedieron al presente, nos hayan dejado experiencias que fortalezcan las condiciones para tener un digno teletrabajo.