SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
Linaje versus meritocráticos
En una entrega anterior, “Dos juniors y una gubernatura” hablamos de las aspiraciones de dos hijos de exgobernadores, quienes apostando a su linaje, esperan que por turno les toque ocupar la gubernatura del Estado, Alfonso Sánchez junior y Mariano González junior, homónimos de sus respectivos padres, a ellos se suman otras “casas reales” de la política tlaxcalteca como los Ortiz, quienes tienen en la Diputada Alejandra Ramírez a su principal propuesta, o la “casa Paredes” sustento de Anabel Avalos, quien funda sus anhelos de revancha política en ese linaje, y hasta Dulce Silva afianzada en su poder económico. Todos ellos, se aprestan a librar una batalla política contra los meritocráticos tlaxcaltecas, “carentes de linaje”, quienes pretenden despojarles de sus “legítimos derechos hereditarios” a los cargos políticos de gran relevancia, como son senadurías, diputaciones federales, y en 2027, la gubernatura.
La meritocracia tlaxcalteca es encabezada por Ana Lilia Rivera, hoy senadora, pero principal destinataria de las fobias del actual gobierno estatal, en este grupo de “ilegítimos de la política” están también; Homero Meneses, actual titular de educación a quien parece haberle afectado el “mal del ladrillo” por su notoria transformación conductual que le ha vuelto el más insoportable del gabinete Lorenista; Sergio González, con su grisácea personalidad y su anodina capacidad, quien lucha día con día por no caer de la silla que ocupa; Rubén Terán, el frívolo diputado líder de los “morenos” en el Congreso local, de quien se comenta, ha caído de la gracia de Doña Lorena, por sus yerros políticos y presuntos negocios en que estaría incurriendo aprovechando su posición en la Junta de Concertación Política; Jorge Corichi, el políticamente insuficiente alcalde capitalino; los hermanos Velázquez Martínez (Secretario de Cultura local), Antonio (Director del INFONAVIT) y, Oscar Flores Jiménez (Unidad de Administración y Finanzas de la SEP), los tres últimos parte de la meritocracia que tiene su respaldo político en la élite central del “morenismo”.
Si bien los meritocráticos ocupan hoy posiciones relevantes, también cierto es, que todos ellos son prescindibles (al menos los locales) para las élites del poder político hoy representadas por la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, descendiente directa de otro linaje político, el de los Cisneros, por ello, no es descartable que llegando el momento de las decisiones de gran calado, ella se incline o deje pasar a los miembros de “las familias de poder” (o a los “meritocráticos centrales”), sin importar el color por el que estas postulen a sus aspirantes al “trono gubernamental de 2027”.
Para 2024, pueden conformarse tres bloques competitivos por las senadurías, diputaciones federales y locales, y ayuntamientos, el del Gobierno estatal apalancado en los partidos nacionales MORENA, PVEM, PT y los locales Nueva Alianza y PAC; el hasta hoy denominado “Va por México” integrado por PRI, PAN y PRD, y Movimiento Ciudadano que impulsado por la fuerza emergente de “Neo Colosismo” que podría desplazar a Va por México del segundo lugar en el ámbito local.
La muy anticipada lucha electoral, impulsada por la permanente campaña electoral que el Presidente López Obrador realiza con el uso descarado de recursos públicos, anticipa un frenético proceso electivo a celebrarse en el 2024. En lo local, la historia de cada renovación gubernamental parece repetirse, aunque no todos lo tengan presente, una lucha entre las “castas político-económicas” y la “meritocracia”, la cual siempre se ha resulto a favor de las primeras, ya sea entre sus miembros directos, o a través de adherentes de probada lealtad a la concepción del linaje.
No será difícil anticipar que, para la próxima generación de legisladores federales por Tlaxcala, la mayoría de estos sean de las familias del poder, aunque sus aspirantes carezcan de trayectoria como en el caso del heredero de los Sánchez, o el de los González, y que en los espacios locales veamos mayormente a los meritocráticos, a quienes se les terminará pronto el sueño del 2027. En la política local linaje mata mérito.“trono gubernamental de 2027”.