SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
Le quedó grande la responsabilidad
Cuando a finales del mes de agosto se dio a conocer que la diputada Marcela González Castillo reemplazaría a Rubén Terán Águila en la coordinación del grupo parlamentario de MORENA en el Congreso local, no pocas cejas se arquearon ante el escozor que les provocó que alguien de tan bajo perfil político asumiera una tarea de tamaña magnitud.
La designación de Doña Marcela se dio por una instrucción directa de la Gobernadora, quien como parte de los acuerdos en lo “obscurito” que trae con el exgobernador Alfonso Sánchez Anaya para que su hijo, “el Ponchito”, suceda a Doña Lore en 2027, le otorgó primero en 2021 una diputación plurinominal a la nuera de Sánchez Anaya, sin que tuviera mérito alguno, y un año después le concedió que la esposa de su “vástago” se convirtiera en la “líder” de la legislatura local, con la idea de fortalecer a los Sánchez-González en su carrera para ser la pareja imperial del siguiente sexenio.
Si algo ha caracterizado al presente grupo parlamentario local de MORENA es su mediocridad, y por ello, la figura del Diputado Terán brillaba, apelando al dicho que versa “en tierra de ciegos el tuerto es rey”, sin embargo, Don Rubén cayó de la gracia de la gobernadora por hacer negocios con los bienes del Legislativo de la mano del odiado diputado Cambrón del PRD, lo que exhibió el talante poco probo de Terán Águila, que llevó a Doña Lore a sustituirlo del liderazgo de la bancada morena; lo inconveniente de la sustitución es que recayó en quien quizá era la menos apta para dicha función; de todos es conocida la “medianía” política e intelectual de la diputada González, cuya trayectoria se resume en haber sido quien cargaba la bolsa de Maricarmen Ramírez García (esposa de Don Alfonso), le contestaba sus teléfonos, le atendía sus asuntos personales etc., por ello la sorpresa que primero causó de imposición como diputada, que ya fue un exceso tremendo, y después su entronización como jefa de la diputación guinda, lo que ya rebasó todos los excesos políticos admisibles.
Bastaron unas semanas para que Doña Marcela fuese rebasada por las circunstancias que impone el encabezar la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado, la ineficiencia ha causado ya tanta molestia en la Gobernadora que ha vuelto a convocar al diputado Terán a reuniones como si fuera el Coordinador; Por “corrección política”, Doña Marcela continuará el resto del segundo año legislativo en la coordinación de las diputaciones de MORENA, aunque poco coordine ya, y el diputado Terán hará las tareas por debajo de la mesa. El golpe político que se deriva de la ineficiencia de la diputada González en realidad poco le afectará, ya que nadie que le conozca esperaba más de ella, sin embargo, Don Alfonso y el Ponchito si padecerán los efectos, el primero porque a pesar de los años sigue neceando en imponer a integrantes de su familia en cargos políticos para los que no están hechos, por lo que sigue cosechando fracasos; y para el segundo, ha sido exhibir una muestra de lo que será su eventual actuar si llega a ser gobernador, ya que es políticamente menos hábil que su acotada consorte, a lo que suma una egolatría sin límite que le hace ser poco grato para quienes le tratan.