SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

La federalización de la nómina educativa

 

El miércoles de la semana pasada, el secretario de Educación Pública de Tlaxcala, Homero Meneses Hernández, informó que en el transcurso del próximo año podría quedar definido el programa de federalización de la nómina educativa.

Hay varios factores por los que al gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros le conviene esa federalización. Uno de ellos, quizás el principal, es el recurso económico. Por ejemplo, de acuerdo con el funcionario estatal, el estado tendrá que erogar alrededor de mil 134 millones de pesos para pagar la nómina magisterial durante 2022.

Que la federación se haga cargo de ese pago implicaría un ahorro considerable para las finanzas estatales, el cual podría destinarse a otros rubros vitales para reducir la pobreza, generar empleo, reducir los niveles de inseguridad, mejorar la infraestructura y lograr, en resumen, mejores condiciones de vida para los tlaxcaltecas.

Pero, además, como lo dice el propio secretario de Educación, se eliminaría una estructura paralela que hasta ahora funciona en el sector educativo, y que se traduce en el sostenimiento de una burocracia dorada con privilegios que una persona normal no tendrá en toda su vida.

Quizás por subirse a la moda de las críticas que desde la Presidencia de la República se endilgan todos los días al neoliberalismo, Meneses Hernández aduce que en “33 años de noche neoliberal” el ánimo que prevaleció fue la reducción de recursos públicos a la educación, a fin de que la iniciativa privada atendiera el rubro educativo. Se olvida, sin embargo, que el gobierno de López Obrador no es el mejor ejemplo de lo contrario.

En 2019, el gasto programable del sector público presupuestario en educación alcanzó los 453 mil 232 millones de pesos, 5.3 por ciento menos que en 2018, monto más bajo en la última década. En 2020, el gasto fue de 468 mil 429 millones de pesos, monto segundo más bajo desde 2011.

De hecho, datos de organismos internacionales como el Banco Mundial, la Unesco y la OCDE, señalan que en los dos primeros años del gobierno del presidente López Obrador el gasto a educación se ubica como el más bajo en los últimos diez años. Así que las cifras, por sí mismas, descalifican las poses ideológicas de Homero Meneses.

Más allá de eso, hay razón en que el pago de los salarios por parte de la federación representaría el desahogo de recursos por parte del gobierno estatal para destinarlo a otras necesidades prioritarias.

Y aunque el funcionario no lo dijo, la federalización debería permitir, además, una regularización de los incrementos salariales, las prestaciones y los gastos de operación con la creación de un solo tabulador docente; la eliminación de la doble negociación salarial; la desaparición del crecimiento de plazas irregulares y la optimización del sistema de transparencia en los pagos de nómina.

Sin embargo, hay que considerar también lo que advierte el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República: existiría una transgresión a los principios del federalismo, se reduciría la participación de las entidades en materia educativa, se fortalecería el papel de la federación sobre los docentes, no se generarían mecanismos efectivos para sancionar a las autoridades que hagan mal uso de los recursos y no se vislumbran criterios que promuevan la calidad educativa y equidad.

De las declaraciones del secretario de Educación, se deduce que la decisión está tomada por parte del gobierno lorenista, y en consecuencia, el debate sobre el tema está fuera de toda agenda. Eso no debería suceder en el marco de un estado democrático, del cual este gobierno fue producto.

Lineazo: Pareciera que las actividades en México se normalizan cada día más, y en Tlaxcala consecuentemente. Sin embargo, la medida de abrir todas las actividades como se ha hecho en el caso de nuestro país, no parece lo más acertado.

Rusia y Europa atraviesan ya por una cuarta ola de contagios y las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten sobre el incremento en el número de muertes, de aquí a abril próximo, en aproximadamente 500 mil personas en la zona europea.

México y Tlaxcala están todavía a tiempo de rectificar ese tipo de apertura. La pandemia, aunque se ha reducido en número de contagios y mortalidad, sigue presente entre nosotros. La gente sigue contagiándose y sigue muriendo. Duele decirlo, lamentablemente la muerte ya ha tomado carta de naturalización en esta pandemia, cuando no debería ser as