DE CONYUNTURA Por GERARDO SANTILLÁN
Y sigue el 2020 con todo…
Este año 2020 será recordado por mucho tiempo como uno fatídico. No salimos de la emergencia sanitaria y no termina de ajustarse la nueva normalidad – si es que un día puede llegar a ser normal –, cuando el martes nos vuelve a sorprender un sismo de 7.5 grados con epicentro en las costas de Oaxaca, pero que se sintió en Estados del centro del país, incluyendo la capital Ciudad de México y Tlaxcala.
El Covid 19 llegó para quedarse y hay especialistas que pronostican que será hasta abril de 2021 que podrá ya estar controlado con una vacuna internacional. Mientras tanto, las medidas concernientes a la sana distancia continuarán vigentes y eso ya obliga a ajustarse a una nueva realidad.
Entonces, llega otro temblor y lo que demostró es que la sociedad en general sigue siendo muy vulnerable y pareciera un llamado de atención de la madre tierra: cuidarla es responsabilidad de todos y ese aspecto tampoco se debe tomar a la ligera, como tampoco el cambio climático.
Pero más allá de cuestiones científicas y románticas, lo cierto es que las autoridades y ciudadanía en general volvieron a verse chiquitos ante un desastre natural. Exige estar siempre preparados y no dar nada por hecho, pues como diría un clásico: “ahora estás, ahora no estás”.
Me refiero a que en un segundo la vida puede cambiar, lo mismo por un accidente que por una mala previsión familiar e institucional, pues los elementos naturales no tienen palabra de honor y cuando pegan, pegan dos veces y si no hay una conciencia de las consecuencias, así como de los protocolos que cada uno debe seguir, la vida en serio se pone en riesgo.
Afortunadamente el sismo del martes no fue tan devastador como el de septiembre de 2017, si bien ya se han reportado cuatro personas muertas en Oaxaca; sin embargo, la naturaleza nos recuerda que las lecciones nunca se dejan de aprender y que es necesario replantear siempre esos protocolos de seguridad.
Ahora bien, después de la tormenta viene la calma, pero todavía falta medio año del presente 2020 y las sorpresas pueden continuar. Por lo pronto, en materia económica la cuesta arriba será muy empinada y el proceso electoral 2021 seguramente experimentará consecuencias. Empero, para los que vemos el vaso medio lleno, seguramente el 2021 será un reinicio mejorado de las cosas y situaciones futuras… al tiempo.
De ocasión…
Importante también es destacar las muestras infaltables de solidaridad que se vieron ayer durante y después del sismo, lo cual debe prevalecer no solo en tiempos de emergencia, sino en todo momento de la vida con la familia y los conciudadanos, para así encaminarnos a ser mejores.
@santillanazo