Devolver la Felicidad a Tlaxcala Por Viviana Barbosa Bonola - Linea de Contraste

Devolver la Felicidad a Tlaxcala Por Viviana Barbosa Bonola

Devolver la Felicidad a Tlaxcala

Estoy de acuerdo con que la búsqueda de la felicidad es una cuestión individual, sin embargo, la búsqueda de condiciones materiales que permitan a todas y todos ser felices es una cuestión política.

Decía Juan Bosco que todo ser humano había nacido para la felicidad como el ave para el vuelo, pero ¿cómo conseguirla si no hay condiciones sociales que la permitan?

Durante estos días de campaña mi motor principal ha sido devolver la felicidad a Tlaxcala.

La felicidad que nombró Aristóteles hace más de dos mil años. Ese es el fin por el cual estamos los unos y las unas con los otros y las otras. Claro, en un contexto como el de la vida pública contemporánea decir que lo que se busca con el servicio público es la felicidad colectiva suena anacrónico; suena como una idea cursi, de soñadores, pero eso es lo que pensaba Aristóteles y eso es algo que yo también pienso y busco con mi proyecto para gobernar Tlaxcala.

Durante estos días hemos señalado lo que está mal, pero además hemos propuesto las maneras en qué puede cambiarse, porque apostamos a la posibilidad de construir otra conciencia, una conciencia crítica, una conciencia que no se contente con el mundo ordinario, que no se contente con lo que pasa en el día a día, que no se contente con la devastación ambiental, la falta de oportunidades, la trata de personas, la desigualdad, el saqueo de nuestras tierras, la educación pasmada y empobrecida. Una conciencia que pida más a la realidad.

Sé que sueno idealista, pero ese es el fundamento de la acción social que pretendo, esta es la base de todo posible cambio social y de todo proceso de emancipación.

En mis 37 años de vida he testificado la devastación que han hecho las malas administraciones a una civilización de más de 700 años. Es aberrante que en tan pocos años hayan acabado con Tlaxcala, que ellos tengan mucho y el pueblo de Tlaxcala no tenga nada, que nos hayamos rezagado en materia educativa, que hayan devastado nuestras montañas y nuestros cuerpos de agua.

Por eso, mi principal y único objetivo es devolver la felicidad a través de la voluntad política en mi gobierno. Somos idealistas, pero hay ejemplos claros de que los idealistas transforman el mundo y que esto se puede lograr. Por ejemplo, mi proyecto de la ruta Xicohténcatl de autobuses rosas que pretende devolver dignidad a la movilidad en Tlaxcala, es como la que hizo en Curitiba Brasil otro soñador, el arquitecto y urbanista, Jaime Lerner (1937-2021) y que es hoy un ejemplo mundial de movilidad sustentable.

Cada una de las más de 500 propuestas están pensadas en esto, en que Tlaxcala sí se puede transformar, en que sí podemos alcanzar la justicia social y la vida digna para cada persona.

Gramsci habló del principio de esperanza, sin la esperanza la práctica social no tiene sentido, ha llegado el momento de salir a votar con esa esperanza por el proyecto que busca la redistribución justa de los recursos, que busca devolver dignidad en la movilidad, el proyecto a favor de los derechos plenos de la clase trabajadora, el proyecto que busca devolver la vida libre a las mujeres y a las niñas, el proyecto basado en recuperar nuestra soberanía alimentaria y en sanear, defender y preservar nuestros ecosistemas. El proyecto que busca fortalecer y defender el pleno desarrollo de las infancias y juventudes. El proyecto que fortalecerá los talentos de cada persona y que apoyará ese talento hasta que llegue a lo más alto del mundo.  El proyecto que pone en el centro a las y los tlaxcaltecas por encima de los intereses de los políticos de siempre.

El proyecto que va a crear mejores condiciones de posibilidad, condiciones favorables para que podamos devolver la felicidad colectiva a Tlaxcala, para ser cuna de campeones, para ser orgullo nacional.

El proyecto Rosa, de la fuerza de México, el proyecto de Viviana Barbosa.

¡Vayamos a votar temprano! ¡Vayamos a votar rosa! ¡Vayamos a devolver la felicidad