SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Las horas previas al cambio en Tlaxcala

La política es una de las actividades que más amores (filias) y aversiones (fobias) genera entre las personas, el conjunto de intereses y empatías que la rodean dificulta a la mayoría de las personas permanecer inmunes a sentir afectos u odios respecto a quienes temporal y circunstancialmente se ubican en el primer plano de los cargos públicos más importantes, y por ello, la guerra de apologías y denostaciones ya sean mediáticas, de café, o callejeras que se observan tanto en campañas como en la cotidianidad.

Tlaxcala está a unas horas de cumplir con el rito jurídico político de la periódica renovación de sus poderes públicos Legislativo y Ejecutivo, al igual que lo harán los ayuntamientos y autoridades comunales. Por tercera vez en los últimos 25 años el PRI no encabezará la gubernatura de la entidad, sin embargo, de las tres veces en que no ganó la elección (1998, 2004 y 2021), dicho partido perdió frente a un exmilitante suyo arropado por otras fuerzas partidistas.

Los retos para Lorena Cuellar Cisneros sin duda son muchos, aunque estos tienen dos naturalezas diferentes, por una parte, están los exógenos que no dependen de su acción sino de factores que incluso escapan a su alcance o control, y por otra los endógenos que, si dependen de su persona, fundamentalmente de sus decisiones particulares y de lo que declare públicamente, lo cual la comprometerá para actuar en sentido de lo expresado.

Los retos de las fuerzas políticas opositoras representadas en el Legislativo local, así como en las titularidades de los ayuntamientos y comunidades, y fundamentalmente en las dirigencias de los partidos políticos diferentes a MORENA son de manera general:

  1. No invisibilizarse frente a la mayoría parlamentaria, sino actuar con responsabilidad, tanto en el eventual respaldo a iniciativas del partido gobernante en las que encuentren coincidencias, como cuando por su postura ideológica deban votar razonadamente en contra, sin necesidad de recurrir a aspavientos, ni al utilitarismo político. De parte de la titular del Ejecutivo debe asimilarse que en los tiempos presentes los legislativos ya no pueden seguir siendo entes inanimados que solo refrenden las ordenes del gobernador o gobernadora, que se debe dar paso a una relación de respeto a la real división de poderes y aceptar las iniciativas pertinentes de la oposición, para que, en su momento, esta también se sume a las del Ejecutivo.
  2. Las autoridades municipales de filiación no morenista deberán marcar sus diferencias positivas en el ejercicio del gobierno, para responder a la confianza que los electores les depositaron al verlos como alternativa al partido mayoritario, sin que en ello signifique que actúen con beligerancia política o con entreguismo circunstancial, la relación entre Ejecutivo local y ayuntamientos debe transitar por un nuevo modelo basado en el muto respeto a las diferencias ideologías o al menos partidistas.
  3. Las dirigencias de los partidos cuentan con escasos 30 meses para reorganizar sus estructuras y formar cuadros competitivos con miras a las elecciones del año 2024, pero dicha tarea no debe fundarse en el golpeteo político banal hacia quien gobierna, sino en el convencimiento a los electores de que su oferta política es mejor que la que rige al estado. De parte del Ejecutivo debe evitarse caer en la recurrente tentación de tratar de obstaculizar, exhibir o ridiculizar a los partidos opositores aprovechando las estructuras del estado.

Tlaxcala merece ya una nueva forma de hacer política por parte de sus actores políticos, no solo es exigencia el fin de la corrupción, del nepotismo, de la opacidad, de la inseguridad, de la violencia de género contra las mujeres, de la exclusión de los que tienen preferencias diversas a la mayoría, o de la marginación a quienes padecen una discapacidad, también lo es, que tengamos gobernantes y dirigentes con otro tipo de ética, no perdamos de vista que no hay victorias ni derrotas eternas, ambas son circunstanciales y la sociedad siempre tiene el poder de cambiar el sentido en el que votó la última vez. Las horas del cambio están por cumplirse, ojalá que quienes están próximos a asumir estén a la altura de lo que Tlaxcala requiere.