SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

¿Qué hacemos con Homero?

A decir del círculo cercano a la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, el Doctor Homero Meneses Hernández es el colaborador por quien más afecto siente ella de entre todo el gabinete. Por razones que la mayoría no se explica Homero es su favorito, al grado de que al arrancar el periodo gubernamental varios le veían como el más probable “delfín” de la mandataria rumbo a la sucesión del año 2027. Sin embargo, conforme han pasado los meses, el exdirector de una secundaria técnica en el municipio de Españita ha ido demostrando que no es lo mismo dirigir un plantel escolar que la Secretaría de Educación del Estado, y más, cuando a Meneses Hernández le ha dado “el mal del ladrillo” de forma severa.

La poca habilidad política de Homero se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza para Doña Lorena, ya que su consentido ha dejado de ser interlocutor con el Sindicato de trabajadores de la educación, simplemente porque el gremio ya no lo respeta, ni quiere tratos con él, lo que le hace ser un secretario no útil para el gobierno local, que ha tenido que incorporar a otros funcionarios a las negociaciones con los maestros y sus representantes.
Homero, desde sus inconvenientes aventuras como columnista y aprendiz de líder de opinión, se mostró como una persona intolerante, visceral, soberbia, fanática y hasta majadera, lo que se magnificó cuando Doña Lorena le nombró como su coordinador de campaña, cargo desde el que no desperdició oportunidad para hacer mofa de la candidata del PRI, ejerciendo sobre ella violencia política en razón de género, aunque hoy se da golpes de pecho tratando aparecer como intolerante contra quienes tienen ese tipo de conductas en la Secretaría que encabeza.

Sin embargo, la suerte parece estar del lado de la Gobernadora Cuéllar, ya que como consecuencia de la aprobación que hizo el Congreso local, el pasado martes 5 de abril, de las reglas para que el dinero producto de las multas impuestas a los partidos políticos por parte del ITE se destine a ciencia y tecnología, Doña Lorena tendrá en breve que designar al Director del Instituto de Ciencia y Tecnología del Estado de Tlaxcala, lo cual le abre una maravillosa, y quizás única oportunidad, para relevar con decoro a Homero de la titularidad de educación pública antes de que el gremio magisterial le aplique lo que en tiempos pasados le han hecho a otros secretarios del ramo, sacarlo por la fuerza y pasearlo por las calles en señal de repudio, cosa que podría no estar lejos de suceder, lo que sería el final de la carrera política de Meneses Hernández.
Homero reúne el perfil para ocupar la dirección del Instituto de ciencia y tecnología, a donde correría menos peligro del que tiene hoy por sus torpezas políticas, a menos, de que también su soberbia le llevase a confrontarse con los investigadores y científicos tlaxcaltecas que tampoco son un gremio fácil de sobrellevar, ya que varios de ellos tienen las mismas conductas que Homero, sin embargo, por el bien de la propia gobernadora Cuéllar y del mismo Homero, esta podría ser la solución más pertinente para que ella se quite de encima a un muy querido, pero incompetente colaborador, y para que no corra el riesgo de salir vergonzosamente de la Secretaría de Educación. Parece que los dolores de cabeza que le provoca Meneses a Doña Lorena estarían cerca de poder solucionarse, si ella encuentra respuesta en el Instituto de Ciencia y Tecnología del Estado a la interrogante que le atormenta sobre ¿Qué hacemos con Homero?