SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

¿Rubén Terán a la dirigencia de Morena?

En los últimos días ha comenzado a circular la especie de que Rubén Terán Águila solicitará licencia a su cargo de diputado federal para buscar la dirigencia estatal del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la cual quedó acéfala con la muerte de Joel Molina Ramírez.

Tal vez, sin embargo, no sea necesaria su licencia. Mario Delgado Carrillo no lo hizo cuando contendió por la dirigencia nacional de Morena, y la solicitó hasta cuando se concretó su llegada a la presidencia de ese partido al ganar la encuesta organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE). Eso mismo puede suceder con Rubén Terán.

El problema es que su posible llegada a la dirigencia estatal de Morena imposibilitaría los acuerdos políticos internos que ahora mismo se necesitan para lograr una unidad partidista. Sería así porque el diputado federal está plenamente identificado con el grupo político que impulsa las aspiraciones de Lorena Cuéllar Cisneros como candidata a la gubernatura.

Es decir, en lugar de unir, la fractura en Morena se profundizaría porque su misión estaría concentrada en llevar a cabo un trabajo político partidista para consolidar las aspiraciones de Cuéllar Cisneros. Con un riesgo más: habría inclinación hacia candidaturas lorenistas, que inevitablemente inconformaría a los grupos ahora encabezados por Ana Lilia Rivera y Dulce María Silva Hernández.

En ese sentido, si a la dirigencia nacional de Morena le interesa obtener un triunfo electoral en Tlaxcala, tendrá que nombrar una delegación o dirigencia interina en tanto se decide la candidatura por el gobierno estatal, las diputaciones locales y federales, los ayuntamientos y las presidencias de comunidad. No hacerlo así, sería llevar al partido a una fractura con altas probabilidades de perder la elección.

Si ya su salida de la delegación de la Secretaría del Bienestar la dejó como ganadora, debido a que logró dejar a uno de los suyos en el cargo que ella ostentaba, la posible llegada de Rubén Terán a la dirigencia la beneficiaría completamente.

Con Joel Molina Ramírez había un contrapeso natural al poder político de Lorena Cuéllar dentro de Morena, sin embargo, con su fallecimiento ese contrapeso se perdió. Y se perdió porque Molina Ramírez era considerado un aspirante fuerte a la candidatura por el gobierno estatal.

En tal circunstancia, si Rubén Terán llegara en este momento a la dirigencia de Morena en Tlaxcala, lo único que tendría que hacer el partido es la formalización de la candidatura al gobierno para Lorena Cuéllar, quien si ya de por sí actuó para beneficio de su propio grupo político dentro de la Secretaría del Bienestar, terminaría por copar a ese instituto político y excluir cualquier posibilidad de contrapeso en las candidaturas.

Este espacio lo señaló claramente el viernes pasado: “lo único que queda es el contrapeso interno (en Morena), es decir, que quien gane no se lleve todo. En consecuencia, al grupo que le sea destinada la candidatura al gobierno estatal corresponda el número mínimo de candidaturas a las diputaciones locales y federales, lo mismo que a las presidencias municipales”.

Si Morena no lo hace de esa forma, no habrá posibilidad de unidad interna. La fractura se profundizaría y las posibilidades de triunfo disminuirían. En ese escenario, una derrota no está descartada.

Lineazo: Todo indica que Tlaxcala tendrá a una mujer como gobernadora en 2021. En ese sentido, el más reciente acuerdo del INE para que los partidos políticos impulsen candidaturas femeninas en siete de las 15 gubernaturas que estarán en disputa el próximo año, no tendría por qué poner en problema a los partidos políticos.

Sin embargo, más allá de esa alta posibilidad, el acuerdo del INE es un exceso. Una vez que los partidos impugnen, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tendría que echarlo abajo.