SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

AMLO, Mena y vacunas anti-Covid

El presidente Andrés Manuel López Obrador urgió el lunes a Chiapas y Campeche a retomar las clases presenciales, con el argumento de que ya desde hace varias semanas están en semáforo verde. El llamado presidencial, sin embargo, se hace en medio de una segunda ola de contagios del coronavirus que ha causado muertes y sacrificios económicos sobre miles de mexicanos.

Y lo hace, también, en medio de cifras oficiales sobre muertes y contagios que ni los propios funcionarios encargados de darlas se las creen. El propio subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ha reconocido que esos números hay que multiplicarlos por ocho, pero expertos en la materia sostienen que habría que multiplicarlos hasta por 30.

Así que si nos vamos a la cruel realidad, es muy probable que el gobierno federal mienta como lo hizo, sin el mayor asomo de vergüenza, el muy consentido presidencial y responsable de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Barttlet Díaz, con el apagón decembrino que afectó a más de 11 millones de personas de 17 entidades del país.

Ahora, mientras el resto de las entidades federativas se encuentra en semáforo rojo, amarillo y anaranjado, el gobierno federal resalta la llegada de las primeras vacunas al país. Coahuila y la Ciudad de México se convirtieron en las primeras donde fueron aplicadas al personal médico, y en Tlaxcala se espera la llegada de un primer cargamento el lunes de la próxima semana.

Para la aplicación de las vacunas, López Obrador anunció esta misma semana la puesta en marcha de 10 mil brigadas anti-Covid, sin embargo, parece que hay más ruido que nueces. Por ejemplo, al día son vacunadas 5 mil 500 personas, cuando lo que debería haber es la vacunación de 52 mil diarias para cumplir la meta que programó el propio gobierno federal, el cual se ha comprometido a inmunizar a un millón de trabajadores del sector salud tan solo en este mes de enero.

La realidad rebasa, y con creces, el discurso de López Obrador. Por cómo van las cosas, concluirá este año y la vacuna no se habrá aplicado en la totalidad de la población en todo el territorio nacional. Las cifras proporcionadas por los mismos funcionarios federales dan lugar a esa afirmación. Por ejemplo, durante una conferencia virtual de la Americas Society Councyl of the Americas realizada en noviembre pasado, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, reconoció que cuando la vacuna anticovid-19 esté disponible se podrá aplicar a 10 millones de mexicanos por mes.

Vale la pena recordar que según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población en México es de al menos 127 millones de personas. Por eso mismo sorprendió desde un inicio la determinación de López Obrador de que los gobiernos estatales no compraran ni aplicaran las vacunas anti-Covid, a lo cual reculó hace una semana después de las críticas lanzadas por diversos actores políticos, entre ellos los propios gobernadores.

Lamentablemente, la participación de los gobiernos locales podrá concretarse a partir del segundo semestre de este año. No podía ser de otro modo cuando el mismo presidente ha aseverado que “no es tan fácil” tener acceso a la compra de vacunas, pues tan solo para concretar contratos con las farmacéuticas se requieren “muchos meses de trabajo y negociación”.

En ese tenor, el gobierno de Marco Antonio Mena Rodríguez tendría que iniciar desde ya las negociaciones con diversas farmacéuticas y hacer compromisos económicos con finanzas endémicas por la falta de recursos presupuestales, a menos que determine dejar todo en manos del gobierno federal. Una decisión nada fácil para un gobernante que concluye su mandato en agosto próximo, y también ante la incertidumbre de tener el nombre de una posible ganadora por lo cerrada que se avecina la elección por la gubernatura del 6 de junio.

Por lo pronto, y para decirlo claro, en los hechos y contrario a lo que exigía de los gobernadores, el gobierno federal y su partido ya buscan verse beneficiados electoralmente del monopolio de las vacunas. Véanse, si no, los spots del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en radio y televisión.

Pero cuidado, entre esos vaivenes, contradicciones y cambio de decisiones, al presidente le puede salir el tiro por la culata. Y su determinación de mantener en el cargo a un inepto y sinvergüenza subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, le va a acarrear más costos que beneficios debido a la larga cadena de contradicciones en que ha caído y porque su ineficiencia ha costado miles de vidas. La realidad, como hasta ahora ha sido, pondrá a cada quien en su lugar. Lo lamentable es que en ese inter, muchas más vidas se perderán.

Lineazo: Fiel a su amigo ya fallecido, el gobernador Marco Antonio Mena esperó hasta lo último para anunciar el nombramiento de Roberto Lima Morales como nuevo secretario de Educación Pública. Pudo haberlo hecho antes, pero confió en una recuperación que nunca llegó para Florentino Domínguez Ordoñez.

Más allá de la operación político-electoral que lleve a cabo a favor del tricolor, el nuevo funcionario deberá enfrentar el último tramo de este gobierno en un escenario realmente complicado. La decisión más importante -que no será de su exclusividad- será la reapertura de las escuelas para el regreso a clases.

La pregunta es: ¿se arriesgará la administración de Marco Antonio Mena a un reinicio de clases presencial poniendo en riesgo la salud de miles de maestros y familias? Siendo como ha actuado en otros momentos, parecería que el ciclo escolar en Tlaxcala terminará en casa, a menos que la vacuna sea una realidad en el estado dentro del primer cuatrimestre del año. Otra decisión difícil.