SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Anabel Alvarado, candidata débil

Sin mucho merecimiento para ser futura candidata, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha apostado por Anabel Alvarado Varela en la capital del estado. Políticamente un premio inmerecido, por cualquier lado que se le vea.

Si el tricolor apostó por una candidata fuerte para la gubernatura, hizo una operación contraria para la presidencia municipal de Tlaxcala. De no haber sido respaldada por su amigo, el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, no habría logrado la postulación que, en términos reales, es sólo de mero trámite porque no tiene contendiente interno a pesar del registro de Carlos Sánchez, presidente de la Fundación Colosio.

En 88 años, sólo en una ocasión el PRI ha perdido la capital del estado y fue en manos de Acción Nacional (PAN), con la postulación de Adolfo Escobar Jardínez en 2013. Si no existe un arropamiento de las diferentes corrientes priistas a la candidatura de Alvarado Varela, es muy probable que el tricolor pierda por segunda ocasión la presidencia municipal de Tlaxcala, pero ahora a manos del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Por varias razones, Anabel Alvarado Varela será una candidata débil. Si bien fue diputada federal por mayoría en los no lejanos tiempos de carro completo en que el gobernador era Mariano González Zarur, no pudo continuar en su condición de representante popular al haber perdido las elecciones para el Senado de la República en 2018, haciendo fórmula con el fallecido Florentino Domínguez Ordoñez.

Alvarado Varela ni siquiera pudo alcanzar la senaduría de primera minoría, que finalmente quedó en el PAN con Minerva Hernández Ramos. De ahí nace su debilidad, pero no es la única. No hace buena mancuerna con quien será la candidata tricolor a la gubernatura. Vale decirlo porque en su condición de diputada federal no fue capaz –o tal vez fue a propósito- de bajar recursos para la presidencia municipal de Tlaxcala, encabezada precisamente por Anabell Ávalos Zempoalteca.

¿Por qué entonces Anabel Alvarado Varela será la candidata del PRI a la presidencia municipal de Tlaxcala? Por supuesto, gracias a la intervención del gobernador Marco Antonio Mena, pero no sólo por él. Detrás de ella se encuentra el grupo político del ex diputado federal Joaquín Cisneros Fernández, dos veces alcalde de la capital.

En los tiempos de la gubernatura de Mariano González Zarur, Mena Rodríguez fue una cuota dentro del gabinete, como secretario de Turismo, de Joaquín Cisneros Fernández. Por eso, cuando Marco Antonio Mena fue designado candidato tricolor al gobierno del estado en 2016, encontró en Anabel Alvarado una aliada política. Y eso mismo le ha valido para, a pesar de su derrota como candidata al Senado, seguir en el actual gabinete estatal, precisamente en la Secretaría de Turismo.

En perspectiva, si ganara la presidencia municipal de Tlaxcala en las elecciones de este año, Alvarado Varela sería una potencial candidata a la gubernatura dentro de seis años, pues ya existirá la posibilidad de la reelección en los ayuntamientos a partir de 2024. Eso, sin embargo, es pensar a futuro. Lo importante ahora, para ella, será hilar fino para conseguir los respaldos políticos de quienes en principio aspiraban a la candidatura priista. No será fácil, así que en ese objetivo requerirá, indudablemente, de la ayuda de su amigo el gobernador. Veremos qué tanto respaldo consigue.

Lineazo: Lo dicho, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña merece un castigo ejemplar. Estar en la lista del Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género sería no sólo un buen ejemplo, sino una buena elección. Eso le imposibilitaría ser nuevamente postulado a un cargo de elección popular.