SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Lorena Cuéllar, puentes políticos

La candidata de “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala”, Lorena Cuéllar Cisneros, comete un error estratégico: su discurso no está tendiendo puentes con el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez. Más bien lo contrario: ha tenido un tono beligerante.

Ha pretendido utilizar el tono que a nivel nacional ha hecho muy popular el presidente Andrés Manuel López Obrador, incluso cuando éste era candidato, pero las condiciones políticas del país son totalmente distintas a las que tiene Tlaxcala.

De continuar por esa ruta, el mandatario estatal no tendrá otra que “amarrarse” con la candidata de “Unidos por Tlaxcala” para evitar, a toda costa, que Cuéllar Cisneros llegue a la gubernatura.

Guardada toda proporción, la abanderada morenista comete el mismo error que en su momento hundió al candidato presidencial por el Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya Cortés. El panista, en su discurso de campaña, comenzó a dirigir sus baterías directamente contra el presidente Enrique Peña Nieto, e incluso le advirtió sobre la posibilidad de llevarlo a la cárcel en caso de llegar a la presidencia de la República.

El resultado de ello fue que el aparato gubernamental, al ver que su candidato presidencial (José Antonio Meade) no tenía posibilidad alguna de ganar la elección presidencial, se moviera a favor de Andrés Manuel López Obrador.

Fue un pacto implícito que se confirmó en plena campaña con la denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de Ricardo Anaya por el delito de lavado de dinero. Dos días antes del término del gobierno de Peña Nieto el panista fue exonerado por esa dependencia.

El propio ex candidato presidencial ha reconocido que si el gobierno federal no lo hubiera atacado de esa forma, el resultado de la elección hubiera sido más cerrado.

Si esa experiencia relativamente reciente no la toma en cuenta Lorena Cuéllar Cisneros, su discurso de “acabar con la corrupción que ha prevalecido en el gobierno de Tlaxcala” irá a parar al baúl de los recuerdos.

No se trata sólo de decir los términos “corrupción” y “saqueo”, sólo por decirlos y para estar a tono con el discurso presidencial. No. El discurso lleva implícito el mensaje de llevar a juicio a quien ha sido corrupto y a quien ha saqueado el erario. Y no hay más responsable de ello que quien lleva las riendas del gobierno estatal.

Es así que Marco Antonio Mena no tendría más respuesta que respaldar no sólo a quien ofrece continuidad del trabajo exitoso, sino de trabajar en contra de quien lo acusa de corrupto y saqueador.

Lo que pareciera un juego de palabras, no lo es tanto cuando en los hechos la tranquilidad de un gobernante está en duda porque sabe que debe dejar el cargo y existe posibilidad de ser llevado a juicio cuando su responsabilidad de gobernar concluya.

En 2010, después de ganar la elección por la gubernatura, Mariano González Zarur dedicó todo su periodo a vituperar y a acusar de corrupto a su antecesor. No lo encarceló debido a su incapacidad jurídica, pero particularmente porque se sabía que toda su animadversión provenía de su amargura por haber perdido con Héctor Ortiz Ortiz la elección de 2004.

Marco Antonio Mena Rodríguez, eso es seguro, no pretende vivir algo similar a lo que vivió su hoy aliado electoral. Así que si Lorena Cuéllar representa algún peligro para él, téngase por asegurado que hará trabajar la estructura gubernamental para respaldar a Anabell Ávalos Zempoalteca. Eso debe tenerlo presente Lorena Cuéllar.