SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Los marianistas se mueven

En medio del ocaso de un gobierno disminuido y de un gobernante debilitado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vive luchas intestinas, cuyo objetivo de los grupos es hacerse del poder en el Comité Directivo Estatal, pero que ahora mismo se ha trasladado al Poder Judicial.

En esa disputa soterrada nada tiene que ver Marco Antonio Mena Rodríguez, sin fuerza política y sin influencia debido a la derrota tricolor del pasado 6 de junio.

Tampoco tendría calidad moral para inmiscuirse en la pelea interna, después de que su hermano Fabricio -su propuesta para encabezar la lista de candidatos plurinominales- ya está, con anticipación, incorporado de facto a las decisiones e instrucciones que a partir del primero de septiembre dará como gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros a la bancada del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el Congreso del estado.

El PRI en Tlaxcala atraviesa por una crisis similar a la que tiene el PRI nacional. Sus malos resultados electorales hicieron que se desatara una encarnizada disputa interna por la dirigencia, y varios grupos han levantado la mano para construir un andamiaje que les haga recuperar algo en 2024 de lo mucho perdido en este 2021.

Recientemente, en redes sociales algún interesado destapó la figura de la ex gobernadora Beatriz Paredes Rangel para dirigir al PRI nacional. Pese a sus reiteradas traiciones al PRI local, la diputada federal aún tiene seguidores. Todo, sin embargo, hace suponer que la aspiración de esos despistados no pasará más allá del suspiro.

La cuestión sobresaliente de ese destape es que varios de sus fervientes seguidores buscan hacerse del PRI en Tlaxcala. Enrique Padilla encabeza esos esfuerzos, aún a sabiendas de que no hizo trabajo político a favor de la candidata priista a la gubernatura, Anabell Ávalos Zempoalteca, sino más bien de la ahora gobernadora electa Lorena Cuéllar Cisneros, con lo cual incluso puede salir premiado con una probable incorporación al gabinete estatal.

Padilla Sánchez trabajó en contra del PRI desde las sombras y en el cobijo que le daba encabezar una estructura nada despreciable dentro del gobierno menista, como lo es la Universidad Politécnica de Tlaxcala, campus, Tepeyanco. El beatricista es el mejor ejemplo de la traición que hubo a Ávalos Zempoalteca.

Otro grupo está encabezado por el ex gobernador Mariano González Zarur y su hijo, Mariano González Aguirre, quien ocupa la Secretaría de Atención para Estados en Oposición dentro del CEN priista. Ambos han echado mano del ex secretario de Gobierno, Ernesto Ordoñez Carrera, un hombre acostumbrado a la rudeza política.

La vitalidad de la que aún goza este grupo se mostró, de manera sorpresiva, con la destitución de Fernando Bernal Salazar en la presidencia del Poder Judicial, colocando a uno de los suyos, Héctor Maldonado Bonilla, quien ya había ocupado esa responsabilidad y fue depuesto en 2019, apenas nueve meses antes de concluir su periodo.

Aunque los motivos de la caída de Bernal Salazar están aparentemente ligados a casos de corrupción y abuso de poder, en los próximos días tendrá que conocerse cómo se tejió, una vez más, la llegada a la presidencia del Poder Judicial de quien en el gobierno de González Zarur se desempeñó como consejero jurídico.

En el caso del PRI estatal, no es difícil imaginarse lo que pasaría si el grupo beatricista logra su cometido de alcanzar la presidencia del comité directivo. No habría oposición alguna al gobierno lorenista considerando que fue el que le dio su respaldo político-electoral a Cuellar Cisneros en las elecciones del 6 de junio. Por lo pronto, ya cuenta con un alfil en la figura de Blanca Águila Lima, próxima coordinadora del tricolor en el Congreso local.

Esa hipotética relación daría un giro de 180 grados si el grupo marianista logra el dominio del PRI en Tlaxcala. Es seguro que no habría una luna de miel, sobre todo sabiendo Lorena Cuéllar que su llegada a la gubernatura se habría dado más temprano en el tiempo si no hubiese recibido el veto del entonces gobernador Mariano González Zarur para ser postulada por el priismo al Senado de la República en 2012. Ese hecho fue el origen de la confrontación política entre ambos personajes que hasta nuestros días continúa.

En esa coyuntura, y observando lo que sucedió el viernes en el Poder Judicial, pareciera que la delantera en esta disputa la tiene el grupo marianista, pero en política las cosas no son, hasta que son.

Por ahora todo hace indicar que la recomposición priista tardará un rato todavía. Sin embargo, las patadas bajo la mesa ya comenzaron desde tiempo atrás ante la ausencia de quien debería ser su líder desde la gubernatura. Habrá que ver cómo se forma y de tras de quién, el resto de los grupos tricolores.

Lineazo: No son pocos los ayuntamientos que atraviesan por una crisis de terminación de periodo. En algunos esa crisis ha salido a la opinión pública, como es el caso de Panotla, sin embargo, en otros más hay inconformidades calladas que de un momento a otro pueden explotar. Es el caso de San Damián Texoloc, donde los trabajadores no han recibido las últimas dos quincenas.

La autoridad municipal, dominada desde hace casi una década por el clan Covarrubias, se ha quedado sin recursos, quizás porque fueron invertidos en dos campañas para apuntalar a los hijos predilectos, Miguel Ángel y Arturo, en sus afanes de reelección a una diputación local y a una alcaldía.

Es una infamia no pagar salario a trabajadores que viven al día en estos tiempos de pandemia y crisis. Así se las gastan en ese ayuntamiento, donde seguramente presidenta municipal, síndico y regidores querrán repartir dineros que no les corresponde.