SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA
El PRD, un paso más a su desaparición local
El calendario electoral local señala que, hasta ayer 31 de enero, aquellos interesados en iniciar los trámites para la constitución de un nuevo partido político local tenían de plazo para solicitarlo. Independientemente del número final de solicitantes, hay un caso que tiene diversas lecturas, el que involucra al denominado “Renovemos Tlaxcala”, que encabeza Santiago Sesín Maldonado, hasta ayer perredista, quien busca por fin tener un partido en el cual solo decida él, cosa que no logró en el PRD, lo que terminó por fastidiarle e impulsarlo a buscar su propia franquicia electoral.
Personaje ambicioso, Sesín quien tienen dotes de operador político al estilo tradicional con lo que ello significa: reparto de bienes, compra de conciencias, amedrentamiento de opositores, manejo de golpeadores, etcétera, con una eficiencia que le reconocería el más avezado dinosaurio priísta del siglo XX. Ese manejo político que posee le permitió llegar a una diputación local plurinominal por el partido amarillo, aunque la titularidad la abandonó por más de la mitad del periodo, primero para ser candidato fallido a una diputación federal y, al término de esa aventura, fiel a su estilo de vida disipado, prefirió mantenerse fuera, dejando que su suplente hiciera el trabajo en el Congreso, pero eso sí, “decomisándole” la gran mayoría de los ingresos, solo volvería hasta el final de la legislatura para estar presente en los “acuerdos” finales.
Sin duda alguna, Sesín fue un importante musculo electoral para el PRD, en lo que ha sido la dimensión de este partido en los últimos años, su partida del bando amarillo repercutirá en el ya de por si exiguo capital electoral de este partido, que lejos de ser un partido nacional, hoy lucha por su supervivencia, ya que en 15 estados ha perdido en definitiva su registro local y, muy probablemente seguirá gradualmente desapareciendo de las entidades país.
La aventura política de Sesín es como un reloj de arena, en el que, de un lado está él y del otro el PRD, la cantidad de arena es la misma para los dos, ya que el mercado electoral sobre el que intentarán obtener votos en el 2024 es el mismo, por lo que a cada voto que Santiago gané para su partido, será uno que los amarillos pierdan, lo que podría tener tres efectos: el primero, que ambos logren sobrevivir con poco más del mínimo para ello, lo cual les haría en simples partidos testimoniales; el segundo, que ambos se repartan tanto el magro capital electoral que ambos pierdan el registro y, tercero, que Sesín se lleve la mayor parte de ese capital electoral, mantenga su registro y hasta logre meter un diputado local por la vía plurinominal al Congreso, seguramente él mismo, y con ello deje en la lona al PRD, lo que es más probable, ya que Santiago si es operador político y, Cambrón y su grupo cercano solo son burócratas partidistas, no muy eficientes para la operación callejera.
El futuro cercano del otrora “gran proyecto partidista de la izquierda mexicana” está cerca de su eclipse total, hace tiempo dejó de representar a la izquierda para volverse un ente completamente pragmático, sin más ideología que la de “las prerrogativas partidistas y las diputaciones plurinominales”, lo que le llevó a ser solo una especie de “mascota” para sus antes archienemigos PRI y PAN. Cambrón pasará a la historia de la política local como el demoledor del PRD en Tlaxcala, consiguió que gradualmente todas las demás “tribus” se fueran y hoy está casi solo con un puñado de seguidores. El PRD, un paso más a su desaparición local.