SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Peleando con fantasmas y apuñalando a la paisana

En los últimos días un tema muy comentado, tanto en medios nacionales como locales, ha sido el relacionado con la infortunada recepción que dieron algunos senadores del Partido Acción Nacional (PAN) a Santiago Abascal, presidente del partido político español VOX, considerado como de ultraderecha en el eje geopolítico de la nación ibérica. Llama la atención el hecho de que, la mayoría de los legisladores asistentes son mujeres (nueve), sobre todo, porque VOX es considerado un partido antifeminista y homofóbico. El PAN representa a la derecha política en México, y tiene fobias contra muchas libertades individuales y derechos de grupos fuera del conservadurismo, pero en los últimos años ha habido una “suavización estratégica” de sus expresiones radicales, que, si bien no significa la eliminación de sus fobias ideológicas, si refleja que han aprendido a moderar sus expresiones públicas al respecto como mecanismo de supervivencia político-electoral, por ello, de su inmediato deslinde de lo relacionado con VOX y Abascal.

VOX y sus aliados sostienen una novelesca lucha contra el comunismo, ya que, si bien el comunismo como doctrina política sigue presente, fundamentalmente en el debate académico y mediático, pocas posibilidades se ven para que alguna nación llegue a practicarlo como forma de organización política, sobre todo, después del fracaso del bloque de países socialistas (etapa presuntamente previa para alcanzar el comunismo). Hoy en día, ni a Rusia, ni a China se les puede considerar como socialistas, ya que, más bien son un hibrido que permite a su élite gobernante utilizar preceptos socialistas para controlar y explotar a su población, pero en la praxis de sus políticas económicas aplican métodos del capitalismo industrial, cosa que les ha permitido un despegue económico que no tuvieron durante los años previos a la caída del “muro de Berlín”. Cuba y Corea de Norte sostienen con muchos sacrificios sus regímenes socialistas, y Venezuela ha tratado de implementarlo con un tremendo desgaste para su nación. En cuanto a los países con gobiernos denominados socialdemócratas tampoco se les puede vincular, ni por ocurrencia, como cercanos al socialismo ni al comunismo, sino más correctamente se les puede señalar como “la izquierda dentro de la derecha”.

El partido español VOX, por tanto, se pelea con los fantasmas de sus pesadillas, a la cuales invitaron a un grupo de senadores panistas quienes parece que tampoco tienen claro cuál sería la hipotética situación del comunismo en México, ya que, si quieren delirar con que López Obrador y su partido tienen esa tendencia, pues hay que despertarlos de su pesadilla, pues sobre el actual presidente de México y el partido MORENA no existen razones para considerarlos comunistas, ni socialistas, ni de izquierda, ya que, ideológicamente son como una de esas gelatinas llamadas de mosaico, que traen cuadritos de muchos colores, porque Andrés Manuel y su maquinaria electoral (aún lejos de ser realmente un partido), en un mismo día pueden ser: “izquierdosos, populistas, clericales, homofóbicos, antifeministas, capitalistas ortodoxos, chovinistas, neoliberales, etcétera”, lo que debe darles tranquilidad a los asustados senadores azules, ya que el comunismo no entrará a sus casas ni a sus negocios.

En el caso particular de la Senadora tlaxcalteca Minerva Hernández Ramos, asistente a la reunión con el dirigente del partido VOX, ella como siempre es fiel a su pragmatismo y utilitarismo político. No están lejanos los tiempos en que era perredista y fustigaba con todo a tricolores y azules, y manipulaba a su antojo al entonces gobernador Alfonso Sánchez Anaya, haciéndolo tomar recurrentemente decisiones erráticas, hasta que comete el exceso de tratar de sustituir a la esposa de Alfonso en la candidatura a gobernadora a mitad de la campaña electoral en el 2004. En 2010, logra la candidatura del PRD a la gubernatura y desde el inicio de su campaña parece destinada al tercer lugar, lo cual ella no entiende hasta pocos días antes de la elección, cuando su ego le advierte que solo lograría la medalla de bronce en la contienda, por lo que decide primero tocar la puerta del candidato del PRI para ofrecerle declinar por él a cambio de diversas prebendas económicas y políticas, a lo que Mariano González Zarur responde con un no, por lo que no le queda más remedio que correr hacia el PAN con su misma oferta, partido en el que si le compran sus espejitos y cuentas de vidrio, lo que al final lleva a la candidata azul a perder la elección cuando tenía todas las posibilidades de ganar, en razón de que el perredismo tlaxcalteca se enfurece con Hernández Ramos por lo que consideran una traición de último minuto al tratar de conducirlos a votar en favor del partido que históricamente representaba todo lo opuesto al PRD, lo que beneficia al PRI, ya que los perredistas mayoritariamente prefirieron votar por este partido que por el PAN.

Pasada la elección, no le queda más que refugiarse en el PAN, a quien abandera en 2012 como candidata a diputada federal por el distrito 3 de Tlaxcala, elección que pierde, Hernández Ramos se agrupa dentro del PAN con Gustavo Madero Muñoz quien entonces era dirigente nacional de dicho partido, Madero ayuda a Minerva en 2015 para que sea incluida en la lista de representación proporcional por la quinta circunscripción que comprende al Estado de México, Michoacán e Hidalgo, ante la imposibilidad política de incluirla en la que corresponde al estado de Tlaxcala. En 2018, es postulada para senadora por Tlaxcala como parte de la coalición integrada por el PAN, PRD y MC, inicialmente ocupa la segunda fórmula detrás del perredista Gelacio Montiel, pero por ajustes de la dirigencia nacional perredista en los criterios de género que les corresponde cubrir, cambian los géneros entre sus candidaturas de los estados de San Luis Potosí y Tlaxcala, lo que les obliga a “enrocar” en Tlaxcala con el PAN la primera fórmula, lo que llevó a Minerva a la primera y a Gelacio a la segunda, dando al final a esta la senaduría de primera minoría.

Minerva ha tenido la fortuna política de ser dos veces diputada federal por diferentes partidos (PRD y PAN) y también senadora dos veces por esos dos mismos partidos, nunca ha ganado una elección en su vida, su primera diputación literalmente se la compra el entonces gobernador Sánchez Anaya, cuando en el Consejo nacional perredista para integrar la lista de candidaturas plurinominales, este paga al entonces líder de una de las “tribus” del PRD, René Arce Islas, algunos votos de consejeros de su grupo para acomodar a Minerva dentro de la lista en una posición que le permitiera llegar a la diputación. En 2006, si bien alcanza la senaduría por el PRD yendo en segunda formula detrás del exgobernador Sánchez Anaya, es en una primera parte porque posterior a la encuesta mediante la cual según el PRD definiría sus candidaturas al senado, estas son manipuladas para desplazar a Gelacio Montiel de la segunda fórmula y ubicar a Hernández que había quedado tercera en la encuesta en el segundo (dos veces Minerva ha perjudicado dolosamente a Montiel en sus aspiraciones políticas). En un segundo tiempo, llega al senado gracias al impulso de los votos de López Obrador (a quien hoy no soporta), que en ese entonces era el candidato presidencial amarillo, y también gracias al aporte de votos del exgobernador Sánchez Anaya.

La Minerva panista, como ya detallamos, también logra la diputación federal por la vía plurinominal y la senaduría como primera minoría, lo que exhibe, que por ella misma nunca ha ganado una elección, las dos en que participa de forma directa las pierde, una buscando una diputación federal y otra cuando pretende la gubernatura.

En fecha reciente, protagoniza uno más de los polémicos episodios de su carrera política, el cual sucede durante la visita a Tlaxcala del dirigente nacional del PAN Marko Cortés Mendoza, quien aspira a la reelección en el cargo, Minerva públicamente se suma a su candidatura sin reflexionar que una mujer tlaxcalteca también busca la dirigencia nacional azul, mujer a la que perjudica en 2004 con la declinación en favor de su candidatura, lo que resulta en el factor más determinante para que Dávila pierda una elección que casi tenía ganada, si bien Minerva puede alegar que su suma a Cortés es una decisión de política partidista personal, en ello exhibe su falta de sororidad, de gratitud y el apuñalamiento por la espalda a una paisana.

Minerva aún sueña con ser candidata a gobernadora en 2027, pero hechos como su presencia en el encuentro con Santiago Abascal, la pragmática neutralidad en temas feministas, su abigarrada definición ideológica, la ingratitud con su inicial mentor político Sánchez Anaya, su traición al partido que le abre las puertas al inicio de su carrera, los agandalles políticos contra Gelacio Montiel, su falta de sororidad con Adriana Dávila Fernández, y sobre todo, la muy posible situación de que en 2027 en Tlaxcala los partidos políticos deban postular a hombres, ya que en 2021 tuvieron candidatas mujeres (Minerva fue la propuesta del PAN en la mesa de coalición con el PRI y otros), le imposibilitará a Hernández Ramos postularse de nuevo, todo ello hace verla en medio de dos luchas imaginarias, una contra el comunismo, y otra, buscando una gubernatura cada vez más lejana en su carrera. “Peleando con fantasmas y apuñalando a la paisana”.