SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA - Linea de Contraste

SIN FILIAS Y SIN FOBIAS Por JOSÉ JACINTO VEGA

Sergio se desesperó

En días recientes se ha comentado en medios informativos y corrillos políticos sobre los últimos desatinos políticos del “Inge” Sergio, aquel que cobra como secretario, aunque buena parte de su trabajo se lo hacen otros servidores del gabinete de doña Lore; todo nació a partir de una encuesta que la jefa del Ejecutivo mandó a hacer para medir a poco más de media docena de integrantes de la “cuatrote” tlaxcalteca, quienes tienen aspiraciones electorales para 2024.

En dicha encuesta, resulta que quienes salieron en los dos últimos lugares, y con casi nula aceptación, eso sí con mucho rechazo, fueron los titulares estatales de Educación y Gobierno, incluso por debajo de la insípida pareja de herederos del “Sánchez-anayismo”, el ponchito y la marce, lo que literalmente encabronó a Don Sergio y Don Homero.

La reacción de Homero hasta ahora ha sido de silencio, quizás por los vínculos que aún guarda con su exjefe, Don Alfonso; en cambio Sergio sí de plano ha iniciado una campaña subterránea de golpeteo contra el junior del “Sánchez-anayismo”, que van desde grillar en su contra con todo aquel que le presta oídos, pasando por reunirse con grupos de morenistas, a quienes les alerta sobre el “secuestro” del que es víctima doña Lore de parte de las huestes del exgobernador Sánchez Anaya; hasta reunirse en secreto con grupos que se oponen al proyecto del “mini metro”, al que califica como una ocurrencia del titular de Infraestructura estatal.

Don Sergio, soberbio como siempre ha sido, cree que puede enfrentar y derribar a los Sánchez-anayistas”, lo que escapa a sus posibilidades, ya que mientras Don Alfonso juega en primera división, el expanista es como de quinta división; el paso de los meses ha ido dándole a los morenistas y neomorenistas tlaxcaltecas su tamaño y peso real, y si bien Sergio y Homero han sido de los más “abnegados” lorenístas, su jefa en la elección de 2024 querrá de inicio dos cosas; la primera, asegurar el triunfo en el mayor número de espacios posibles, y segundo, perfilar su sucesión con quienes le aseguren su tranquilidad posterior, en ambas, Sergio y Homero poco tienen que ofrecer.

Don Sergio bien haría en enfriar su enojo y esperar con disciplina lo que le ofrezcan en 2024, sin ilusionarse con una candidatura federal, ya que su destino puede ubicarse entre el congreso local, otro espacio en el gabinete, o una beca de cobrar sin trabajar tres años más.