SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ - Linea de Contraste

SIN LÍNEA Por HORACIO GONZÁLEZ

Poder Judicial, disputa por la presidencia

Esta semana se definirá al nuevo presidente o presidenta del Poder Judicial para los próximos dos años. O la ratificación, en su caso, de Mario Jiménez Martínez.

De darse la segunda hipótesis, Jiménez Martínez ocuparía la presidencia sólo por lo que resta de su periodo como magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), pues concluirá su responsabilidad el 3 de marzo de 2021. Esta situación entrañaría para el Poder Judicial una nueva etapa de desgaste interno para definir a su sucesor.

Pero, además, Elsa Cordero Martínez también concluye su encargo como magistrada el mismo 3 de marzo de 2021, situación que implicaría para ella votar por un sucesor horas antes de su partida.

Por esta coyuntura, se complica un escenario de reelección en la presidencia del Poder Judicial. Sin embargo, hay más elementos que dificultan que Mario Jiménez continúe en la presidencia, uno de ellos es el desgaste que ante la opinión pública ha tenido durante las últimas semanas, a consecuencia de la avaricia con que se ha conducido. Ese comportamiento le ha sumado más enemigos de los que ya tenía antes de ser presidente.

El último comunicado emitido por su área de comunicación le abrió un frente innecesario. Le ganó la soberbia al emitir supuestas palabras del presidente del Colegio de Juezas y Jueces del estado de Tlaxcala, Raúl Baizabal Aguirre: “nunca antes en la historia del Poder Judicial se había tenido apertura y atención a las necesidades de los juzgados que integran el Tribunal Superior de Justicia, aunado al respeto y trabajo coordinado que ahora se tiene con la presidencia”.

Por qué comunicar eso en el primer párrafo del comunicado, a sabiendas de que necesita del voto de quienes ahora son magistrados y han ocupado la presidencia del Poder Judicial. Ese párrafo le da, en automático, dos votos en contra: Elsa Cordero Martínez y Héctor Maldonado Bonilla. Tal vez no los tenga y por eso ese soberbio atrevimiento.

Independientemente de lo anterior, Jiménez Martínez tiene oposición interna: Fernando Bernal Salazar y Mary Cruz Cortés Ornelas. Ambos suenan para disputar la presidencia.

En el caso de del magistrado Fernando Bernal Salzar, sus posibilidades estriban en que después de muchos meses de una disputa jurídica con el Congreso del estado, alcanzó su propósito reeleccionista con una Legislatura dominada por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT).

En una coyuntura donde la ola morenista está arrasando con casi todo, es posible que una mayoría de magistrados busque acomodarse políticamente con lo que las encuestas adelantan como un triunfo para Morena en la gubernatura.

Sin embargo, Mary Cruz Cortés Ornelas puede saltar como una de las últimas posiciones políticas que puede heredar el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez. Además, ella ha hecho su propia labor con posiciones consideradas como conciliatorias, al no pelearse –al menos públicamente- con sus pares.

Por lo pronto, siendo que el sábado 1 de febrero se concreta una renovación o una continuación en la presidencia del Poder Judicial, quienes ahora mismo buscan disputar la presidencia tienen hasta el viernes para convencer a sus pares.

Lo ideal es que el Poder Judicial salga del hoyo en el que se metió desde hace varios meses con pleitos internos por posiciones de poder económico y de cuotas de poder interno. En ese deseo, la salida de Mario Jiménez Martínez como presidente sería lo más saludable. Sin embargo, de las disputas y acuerdos palaciegos sólo los magistrados y magistradas saben, aunque en ello no se den cuenta que se llevan entre las patas la credibilidad del Poder Judicial.